Connect with us

Hi, what are you looking for?

Sociedad

Del «amigo invisible» al «juego del regalo»: ideas para un Papá Noel «económico»

Cada vez son más las familias que organizan estrategias como «el amigo invisible» o «el juego del regalo» para intercambiar obsequios en Navidad, alternativas «más económicas y muy divertidas» que permiten que en grupos numerosos todos reciban al menos un regalo y mantengan la «magia» de esta fiesta, según contaron a Télam participantes de los juegos, mientras que especialistas destacaron el valor simbólico de los regalos para fomentar alianzas sociales.

Emilce Vera Benítez tiene 77 años y desde hace casi una década es la encargada de organizar con su familia «el Papá Noel invisible», la adaptación navideña del clásico juego del amigo invisible en el que a cada participante se le asigna aleatoriamente a otra persona del grupo para hacerle un regalo de forma anónima.

«Así, cada uno puede tener un pequeño presente y revivir la infancia porque siempre tenemos un niño en el corazón. Me parece que la magia de la Navidad es que alguien se acuerde de vos y te sorprenda con un regalo», dijo a Télam Emilce y aseguró que la magia es también «el amor que se reaviva en la familia».

«Mi abuela hace el sorteo con papelitos muy rústicamente y nos va avisando por privado en WhatsApp a quién le toca regalar a quién. En total somos 15 y todos debemos guardar el secreto», contó, por su parte, Sofía Ruscitti (25), una de las nietas de Emilce.

«Así, cada uno puede tener un pequeño presente y revivir la infancia porque siempre tenemos un niño en el corazón. Me parece que la magia de la Navidad es que alguien se acuerde de vos y te sorprenda con un regalo»Emilce Vera Benítez

Entre las ventajas de hacer el amigo invisible, Sofía destacó que «da la oportunidad de regalarle a una persona algo especial» y agregó que cuando recibe un regalo pensado para ella se siente querida.

Esta nochebuena Emilce recibirá a sus ocho nietos y a toda su familia en su casa de Berazategui, al sudeste del Gran Buenos Aires, donde «desde las doce de la noche se arma toda una fiesta de desenvolver regalos», relató.

Pero antes de la medianoche tiene lugar otro festejo en la casa de Emilce porque el 24 de diciembre es también su cumpleaños. Por esa coincidencia sus padres le pusieron como segundo nombre Natividad y quizás sea también por eso que todo lo relacionado con esta fiesta la emociona profundamente.

«La Navidad tiene todo un clima de amor y de compartir. Así que espero haber podido transmitirle eso a mis nietos para que, cuando yo no esté, sigan unidos porque es la diversidad de la familia la que nos enriquece», afirmó Emilce.

«La Navidad tiene todo un clima de amor y de compartir. Así que espero haber podido transmitirle eso a mis nietos para que, cuando yo no esté, sigan unidos»Emilce Vera Benítez

Sobre estas tradiciones que se mantienen de generación en generación, Diego Rodolfo Viegas, antropólogo y profesor titular de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), dijo a Télam que la Navidad es «el único rito importante conservado por Occidente y cada grupo, e incluso cada individuo, le encuentra un sentido diferente. Para algunos puede ser simplemente la reunión familiar».

A su vez, el director del Centro de Estudios en Antropología del Conocimiento y la Conciencia (Ceacc) de la UNR explicó que la Navidad sigue siendo un «rito bastante ceremonial» que responde a la necesidad psicosocial de establecer un corte en el tiempo para fijar el final de una etapa y el comienzo de otra.

EL ORIGEN DE LA TRADICIÓN DE LOS REGALOS EN NAVIDAD: ENTRE LO PAGANO Y LO RELIGIOSO

La costumbre de entregar regalos en Navidad se asocia con la figura de Papá Noel, pero los orígenes de esta tradición se remontan a más de 2.000 años, cuando los romanos celebraban las Saturnalias, fiestas en las que se intercambiaban todo tipo de regalos, aseguró a Télam el antropólogo Diego Rodolfo Viegas y apuntó que esta tradición perduró hasta el presente por su importancia para crear vínculos sociales.

«En realidad, la Navidad tiene más de 4.000 años de antigüedad porque se basa en festividades muy anteriores al cristianismo, que se celebraban el 25 de diciembre por el solsticio de invierno en el hemisferio norte y tenían similitudes con nuestro actual carnaval», explicó Viegas, profesor titular de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y especialista en estudios sobre la Navidad.

Más cercano en el tiempo, Viegas identifica al origen del intercambio de regalos en las fiestas llamadas Saturnalias de la antigua Roma, donde se conmemoraba el 17 de diciembre el día de Saturno, el dios de la agricultura y la cosecha, y el festejo se extendía durante toda la semana por ser muy popular.

«Era un festival público en Roma, donde se entregaban pequeños regalos y había mercadillos. También se permitía el juego para todos, incluso para los esclavos», detalló el antropólogo y precisó que las Saturnalias eran «una de las festividades romanas más populares, con marcados excesos y la típica inversión de roles entre amos y esclavos».

«Una vez llegado al poder el cristianismo formalmente, se adoptan costumbres antiguas y paganas que no habían podido ser erradicadas, imponiendo incluso la fecha de nacimiento de Cristo también el 25 de diciembre», señaló el director del Centro de Estudios en Antropología del Conocimiento y la Conciencia (Ceacc) de la UNR.

Además, en la Biblia se narra la historia de los Reyes Magos, quienes eran una «especie de sacerdotes o chamanes de la antigua Persia» y le entregaron regalos al Niño Jesús recién nacido.

Luego, durante la época medieval surgen en muchas culturas diferentes figuras de «regaleros invisibles» que personifican la Navidad y dejan obsequios para los niños, aunque también hay intercambios entre adultos.

Una figura importante fue el dios nórdico Odín que, según la tradición de los pueblos germánicos, montaba un poderoso caballo de ocho patas que volaba y podría considerarse como una inspiración del Santa Claus norteaméricano, que vuela con renos en vez de con un caballo.

En la Edad Media también se destaca la figura de San Nicolás, un obispo y santo cristiano que dio lugar a muchas leyendas donde aparece como «una persona muy piadosa» que hacía regalos en secreto, precisó Viegas.

Se dice que una de sus acciones más importantes fue dejar caer monedas de oro por la ventana de unas niñas para que pudieran pagar la dote de matrimonio y así, evitar ser prostituidas.

Con el paso del tiempo, la figura de San Nicolás empezó a asumir los atributos de dioses como Saturno y Odín hasta sintetizarse en un único personaje, indicó Viegas.

San Nicolás, Papá Noel o Santa Claus son las distintas versiones del viejo regalero que persisten hasta nuestros días a partir de una «mercantilización forjada y difundida por la hegemonía de Estados Unidos, que promueve la Navidad en su aspecto más pagano y comercial», apuntó el investigador.

Sin embargo, Viegas señaló que también continúa la tradición de los regalos porque es de gran importancia la tríada de dar, recibir y devolver como origen de la articulación de las relaciones sociales.

«Aquel que otorga un regalo se vuelve prestigioso y crea una obligación en el receptor que le tiene que devolver de alguna manera ese obsequio, trazando así vínculos sociales de hospitalidad, protección y correspondencia mutua», precisó.

Y concluyó: «Sobre todo en la actualidad, la tradición de la reciprocidad es fundamental en muchos casos para sobrevivir».

Mientras que Emilce mantiene la tradición de hacer el sorteo del Papá Noel invisible con papelitos, otras familias empezaron a usar páginas web especialmente creadas para este juego, donde ingresan la lista de participantes y cada uno recibe un mail con el nombre de a quién regalar.

Tal es el caso de Luciana Vega (25), quien contó a Télam que para esta Navidad organizaron el amigo invisible porque «es lo mejor para que todos podamos dar y recibir algo, y que no sea un gran gasto económico el tener que regalarles a todos como se hacía en años anteriores».

«Me entusiasma saber a quién le toqué y adivinar, eso me emociona», aseguró la joven de Santa Fe capital y remarcó que «la idea es que no se pierda la esencia de los regalos en Navidad cuando uno deja de ser niño».

Para María Fernanda Rivas, psicóloga y coordinadora del Departamento de Pareja y Familia de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), los regalos «tienen un valor social en sí mismo: no sólo se considera el valor de lo que se intercambia, sino que ese acto tiene también un sentido pacificador».

«Desde tiempos remotos, las tribus primitivas intercambiaban como regalos objetos que tenían un valor simbólico para sellar alianzas o evitar guerras. Y algo de este efecto sigue apareciendo cada vez que se entrega un regalo. Puede ser una muestra de afecto, de reconocimiento, de inicio o consolidación de una relación«, precisó la especialista.

«Los regalos tienen un valor social en sí mismo: no sólo se considera el valor de lo que se intercambia, sino que ese acto tiene también un sentido pacificador»María Fernanda Rivas

Por su parte, Viegas destacó que la tríada de dar, recibir y devolver «sigue siendo importante para fomentar alianzas sociales que son fundamentales para sobrevivir».

Para Julián Miranda (36) el amigo invisible ya se convirtió en una tradición con la familia de su esposa porque consideran que «es una atención linda para cerrar el año».

«Comenzamos a realizarlo por una cuestión económica, somos muchos y se nos dificultaba comprarle regalos a todos», aseguró a Télam Julián, quien vive en el partido bonaerense de Tigre.

Telam SE

Ellos también hacen el sorteo en una página web y acuerdan el valor del regalo para que todos gasten lo mismo. «Después de las doce, lo más divertido es adivinar quién te hizo el regalo», destacó.

Sobre la idea de hacer regalos navideños entre adultos, Julián apuntó que le parece importante porque en su familia «hay varios integrantes que no tienen hijos, entonces no participarían».

En la misma línea, Rivas planteó que «los adultos también necesitan jugar y recibir regalos, por lo que el amigo invisible es una buena oportunidad».

«Este juego no requiere gran espacio físico ni mucho dinero, pero sí disposición emocional para poder alcanzar un ‘estado mental de juego’ compartido entre todos los participantes. Cuando esto sucede, el jugar genera encuentros y enriquece los vínculos», añadió la psicóloga.

Y apuntó: «Más allá de la satisfacción que causa a adultos y niños conseguir el ansiado regalo, quizás lo más valioso sea permitir el despliegue de la creatividad y la ilusión».

«Tiene que ver con divertirnos y no deja de tener la cuota linda del gesto de dar y recibir un regalo en Navidad»Emilia Antonyuk

Como muestra de creatividad, hay familias que reinventan las pautas del amigo invisible y plantean alternativas, como «el juego del regalo» que hace Emilia Antonyuk (26) con la familia de su novio.

«Las reglas son que tenés que elegir comprar un solo regalo, que sea genérico y pueda gustarle a la mayoría. Entonces, lo envolvés muy bien para que no se vea qué es y se ponen todos los regalos arriba de una mesa. Por ronda, va pasando cada participante, elige un regalo y lo abre para que todos lo vean», explicó Emilia, quien vive en el barrio porteño de Floresta.

«Nosotros jugamos a que podés intercambiar el regalo la cantidad de veces que quieras hasta que estés contento con el que te tocó», agregó la joven y remarcó que uno de los momentos más divertidos es cuando cambian los obsequios muchas veces y «generan estrategias».

Por último, destacó que la decisión de hacer este juego «tiene que ver con divertirnos y no deja de tener la cuota linda del gesto de dar y recibir un regalo en Navidad».

MIRA LO QUE TE PERDISTE

NOTICIAS

Rodrigo Aquino fue encontrado muerto en la calle y tenía evidentes signos de violencia. Los principales sospechosos son su hermana y su cuñado, que...

Opinión

Cuanto más se tocan los curros, más nerviosa se pone esta gente. Está nerviosa Cristina Kirchner, está nervioso Alberto Fernández por los seguros, está...

Bienestar

Se estima que la enfermedad afecta a uno de cada tres adultos en la Argentina y es el principal factor de riesgo cardiovascular.

NOTICIAS

A través de su cuenta de X, un usuario compartió la anécdota con sus seguidores y se volvió viral.