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Sociedad

Cayó un peligroso narco al acompañar a su pareja a un hospital del Bajo Flores

Uno de los integrantes del clan narco peruano liderado por Marco «Marcos» Estrada González, quien durante décadas operó en el barrio 1-11-14 del Bajo Flores porteño y fue expulsado del país en junio de 2022 para luego ser apresado en Perú en septiembre pasado, fue detenido cuando acompañó a su novia a un hospital del barrio porteño de Flores, informaron hoy fuentes de Gendarmería Nacional (GNA).

Se trata de Leandro Anthony Alexis Quispe, apodado «Bandido», de origen peruano, quien el lunes al mediodía fue detenido por personal de GNA, cuando acercó hasta el hospital Piñeiro para acompañar a su novia a una consulta, dijeron los voceros.

El imputado, quien estaba prófugo de la Justicia desde agosto de 2021, es considerado por los investigadores uno de los principales miembros del clan narcocriminal perteneciente a «Marcos» Estrada González, quien durante décadas lideró una organización dedicada a la venta de estupefacientes en el barrio porteño 1-11-14 del Bajo y que fue expulsado del país en junio de 2022 para ser finalmente detenido el 20 de septiembre pasado en el distrito peruano de Surco, acusado de liderar una banda que lavaba activos.

Los voceros informaron a Télam que «Bandido» actualmente estaba bajo las órdenes del clan de «Los Marolas», una banda narco que opera en el Bajo Flores.

A lo largo de dos años y medio, efectivos de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales «Cinturón Sur», junto con el apoyo de la Sección de Reunión de Información de GNA, llevaron a cabo distintas tareas de investigación sobre los laderos de «Marcos» y detuvieron a cuatro de los principales miembros del clan, mientras que «Bandido» se mantenía prófugo

Capo narco expulsado de Argentina en 2022

Marco «Marcos» Estrada González había sido expulsado de Argentina el 22 de junio del año pasado, en un operativo de seguridad especial que incluyó el traslado en helicóptero desde el penal ubicado en la localidad bonaerense de Marcos Paz donde estaba alojado, informaron fuentes policiales.

«Marcos» estaba alojado en ese penal cumpliendo una condena de 24 años de prisión por los delitos de «narcotráfico y acopio de armas de guerra».

Según estableció una investigación de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), el líder narco seguía dirigiendo desde prisión una organización dedicada a la venta de drogas en el barrio 1-11-14 de Bajo Flores.

Por tal motivo, el 20 de mayo de 2022, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) 3 -el último que lo había condenado en un juicio en el que la acusación estuvo a cargo del fiscal Diego Velasco-, autorizó el extrañamiento (expulsión del país) a Perú de Estrada González, en un fallo en el que le solicitó a la Dirección Nacional de Migraciones que disponga los medios para que realice el traslado del condenado a Lima y que le prohíba de manera permanente el reingreso a Argentina.

En un juicio que culminó en noviembre del 2020, en pleno aislamiento por la pandemia del coronavirus, el TOF 3 -el mismo que luego le otorgó el extrañamiento- había condenado a «Marcos» a una pena de 17 años de prisión, pero se le unificó con una sentencia anterior a 10 años de encierro que había sido dictada en mayo del 2013, por lo que lo condenó a una pena única de 24 años.

Procedimiento realizado en el hospital Pieyro

Procedimiento realizado en el hospital Piñeyro.

Los jueces lo consideraron «organizador de una empresa destinada al tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en la que intervinieran más de tres personas» en la villa 1-11-14, también conocido como el barrio Padre Ricciardelli, y coautor de «tenencia ilegal de material explosivo y acopio de armas».

En el mismo fallo, el tribunal condenó a la esposa de «Marcos», llamada Silvana Alejandra Salazar, a una pena única de 18 años de cárcel dado que ya cumplía otra a 8.

También condenó a su suegra, Lucía Enríquez Alarcón, alias «Doña Lily», a la pena de 4 años y 6 meses de cárcel como «partícipe secundaria de tráfico de estupefacientes».

Para los jueces, quedaron probados los vínculos de los condenados en la preparación, entrega y venta de droga durante alrededor de 12 años, aún luego de la detención de «Marcos», que se produjo en diciembre de 2016.

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