Este concept especial debutó en el salón de París 2016, anticipando la tecnología de la Fórmula E
En el Salón del Automóvil de París del 2016, Renault presentó un prototipo innovador: se llamaba Trezor y, en esencia, era un gran turismo deportivo, con el motor eléctrico diseñado para competir en el campeonato de Fórmula E. Sin duda, un concept que merece ser recordado, para descubrirlo al detalle.
De hecho, al hablar del Renault Trezor lo hacemos de un gran coupé con las líneas clásicas de un gran turismo, que alcanzaba los 4,60 metros de largo, 2,18 de ancho y 1,08 de alto.
Un ejercicio de estilo que se presentó al público como heredero directo del DeZir, otro GT conceptual de la marca del rombo, también presentado en la misma cita francesa, pero del año 2010.
Su reducida altura y sus elegantes líneas eran casi únicas en ese momento; también, el techo desplegable, nunca visto en la marca. De hecho, no había puertas para entrar en el habitáculo, pero el acceso estaba garantizado por el gran componente elevable de fibra de vidrio y carbono, el mismo material utilizado también para el resto del monocasco: una solución diseñada para mantener el peso en 1.600 kg.
Todo esto se complementaba con unas enormes llantas de aleación de 21 pulgadas, delante, y 22, detrás, confeccionadas para descargar la potencia generada por el motor eléctrico que el equipo Renault e.dams empleaba esos mismos años en el campeonato de Fórmula E, con 350 CV.
El interior del Trezor era el precursor del estilo que se utilizaría unos años más tarde para diseñar los Renault actuales, como el Austral, con un salpicadero completamente nuevo, diseñado en forma de L y realizado a partir de un único panel OLED (una primicia para la época), recubierto a su vez por el mismo cristal Gorilla Glass utilizado en los smartphones.
La interfaz táctil, al igual que en los últimos coches con Android Automotive, se podía personalizar y el sistema multimedia reproducía las aplicaciones instaladas en el teléfono, además de accesos directos a funciones como el calendario o la lista de tareas pendientes.
