Las partes abrieron un diálogo urgente tras los recientes combates en Sweida, donde cerca de un centenar de personas han perdido la vida en una nueva ola de enfrentamientos

Las autoridades sirias y representantes de la comunidad drusa comenzaron negociaciones la noche del lunes para detener los enfrentamientos armados que causaron cerca de un centenar de muertes en el sur de Siria, según informó el portavoz del Movimiento Hombres de la Dignidad, Basem Fakhr, a la agencia AFP. El proceso de diálogo involucra a notables de la ciudad de Sweida, donde estalló la violencia el domingo entre combatientes drusos y beduinos, así como a funcionarios del Ministerio de Defensa y de las fuerzas de seguridad general sirias.
Los contactos se realizan en medio del avance de fuerzas gubernamentales hacia la ciudad de mayoría drusa. El nuevo gobierno sirio, encabezado desde diciembre por Ahmad al Sharaa, enfrenta estos desafíos en un contexto posterior a la caída de Bashar al Assad tras casi 14 años de guerra civil.
Las fuerzas gubernamentales sirias desplegaron importantes refuerzos en la provincia de Sweida y avanzaron hacia la ciudad homónima tras la escalada de violencia registrada desde el domingo, según reportó un corresponsal de AFP. Durante la tarde del lunes, las tropas lograron tomar control del pueblo druso de Al Mazraah, situado en las afueras de Sweida, y sus unidades se aproximaron al centro de la ciudad, conforme confirmó el Ministerio de Defensa.
El comandante Ezzedin al Chamayer señaló que las fuerzas del Ministerio de Defensa se dirigían directamente hacia Sweida, intensificando la presión en medio de los enfrentamientos entre combatientes drusos y beduinos. Además, el Ministerio del Interior informó que tanto el ejército como las fuerzas de seguridad interior estuvieron movilizándose a las zonas críticas para intentar restablecer la calma.
El portavoz del Movimiento Hombres de la Dignidad, Basem Fakhr, explicó a AFP que existe un diálogo activo entre los notables de Sweida y representantes del Ministerio de Defensa y de las fuerzas de seguridad general para lograr una solución negociada al conflicto intercomunitario.

El ministro del Interior, Anas Khatab, atribuyó en una publicación en la red social X la persistencia de las tensiones en Sweida a “la ausencia de instituciones estatales, militares y de seguridad”, que según él genera condiciones para el desorden y nuevos brotes de enfrentamientos.
En paralelo, las autoridades religiosas drusas han exhortado a los residentes a mantener la calma. El jeque Hikmat al-Hejri, una de las figuras más influyentes entre los drusos, exigió protección internacional inmediata para su comunidad y expresó su negativa a permitir la entrada de las fuerzas gubernamentales en las áreas bajo control druso.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) actualizó el lunes el saldo de víctimas de los enfrentamientos ocurridos en la ciudad de Sweida y otras localidades de la provincia, contabilizando 99 muertos y decenas de heridos tras los combates y ataques de artillería. Según el balance del OSDH, entre los fallecidos se encuentran 60 drusos, en su mayoría combatientes, así como dos mujeres y dos niños. Además, se registró la muerte de 18 beduinos, 14 integrantes de las fuerzas de seguridad y siete personas no identificadas.
El Ministerio de Defensa sirio confirmó por su parte que 18 miembros de las fuerzas armadas perdieron la vida en el transcurso de estos hechos violentos.
La provincia de Sweida acoge a la mayor comunidad drusa de Siria, con una población estimada de 700.000 personas, según cifras presentadas en la cobertura. Los drusos constituyen una minoría derivada del chiismo, aunque se consideran parte de una corriente esotérica. Fuera de Siria, las comunidades drusas también se localizan en Líbano e Israel.
La región ha experimentado tensiones previas entre drusos y fuerzas de seguridad sirias, así como con las tribus beduinas suníes, cuya rivalidad se remonta a largo tiempo y ha provocado brotes recurrentes de violencia. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos detalló que en abril ocurrieron enfrentamientos similares cerca de Damasco y en el propio Sweida, con un saldo superior a 100 muertos. Posteriormente, tribus beduinas apoyaron a las fuerzas de seguridad durante esos incidentes.
Con el objetivo de evitar una escalada, los líderes locales y religiosos promovieron acuerdos para facilitar la integración de combatientes drusos en las instituciones del nuevo poder. Sin embargo, la convivencia entre distintas minorías representa un desafío considerable para el gobierno interino, especialmente tras la ola de ataques contra la comunidad alauita en marzo, que resultó en más de 1.700 víctimas, y los mortales ataques sufridos por los drusos a finales de abril.
(Con información de AFP)
