Algunas veces, nos puede pasar que mientras estamos conduciendo, durante un viaje en colectivo, cuando estamos en la cola del supermercado, pero también en un examen o en una entrevista de trabajo, nuestra mente se “vacía” de pensamiento y es lo que llamamos habitualmente tener la mente en blanco.
Los especialistas señalan que la mente nunca está en blanco por completo y que se trata más de una sensación, una percepción puntual que de una realidad. Estos lapsos de pensamientos pueden deberse a muchos motivos. “La mente en blanco se ha entendido como una falla en la memoria, sobre todo en un contexto en el que se quiere usar un contenido de la memoria de manera utilitaria para lidiar con alguna situación”, explicó Christian Salas, investigador del Centro de Neurociencia Humana y Neuropsicología de la Universidad Diego Portales de Chile.
Salas dijo además que se trata de una sensación en la que nuestra mente está sin contenido, pero somos conscientes de eso. Los motivos por los que esto sucede pueden ser muy variados, el cansancio puede ser uno de ellos, puede deberse también a cuestiones emocionales o sentimientos muy intensos que dificultan el funcionamiento de nuestro cerebro.
Qué dicen los estudios acerca de poner la mente en blanco
Varios estudios analizaron a fondo las propiedades de la mente en blanco para tratar de explicar sus causas hasta llegar a sorprendentes conclusiones. Uno de ellos lo llevaron a cabo investigadores de la Universidad de California, en los Estados Unidos, que encontraron un patrón común en las personas que ponen la mente “en blanco” que podría mejorar las capacidades cognitivas.
Según el estudio realizado por los académicos y publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, las personas que logran poner en pausa los pensamientos, reflejan el patrón de actividad cerebral denominado Default Mode Network (DMN) o red neuronal por defecto.
Se trata de una red neuronal que se activa cuando las personas no están enfocadas en ninguna actividad o pensamiento en particular. Además, el DMN está relacionado con los beneficios de la introspección, la memoria, la imaginación y el almacenamiento de nuevos recuerdos.
Por otro lado, el documento señala que este tipo de capacidad e inactividad cerebral podría traer consigo un buen rendimiento mental a futuro, ya que se ejercita la capacidad cognitiva y el cerebro usa el tiempo libre para planificar y prepararse para las tareas que realizará luego.
La investigación
El doctor y profesor del Departamento de Psicología de la Universidad de York, Mladen Sormaz, realizó una investigación junto a su equipo de expertos para descifrar los patrones que había entre una base de más de 200 personas con la capacidad de poner la mente en blanco. Para ello, llevaron a cabo dos tipos de experimentos.
En el primero, se les pidió a 145 participantes que realizaran un complejo ejercicio de 12 minutos que ponía en jaque sus habilidades mentales. Luego, los investigadores los dividieron en tres grupos para que uno continuara trabajando en la misma actividad, otro realizara ejercicios de relajación y meditación y, el último, se sentara en silencio en una habitación, también, por otros 12 minutos.
En el segundo, se distribuyeron tareas de procesamiento de información visual compleja a otros 50 participantes. Después, se los dividió en dos grupos de 25 integrantes para que uno continuara con la misma actividad y otro, se quedara en silencio sin hacer nada durante 15 minutos en una habitación.
Durante ambos experimentos, se midió la actividad cerebral de cada participante utilizando resonancia magnética funcional (RMf), un sistema que mide los pequeños cambios en el flujo sanguíneo que ocurren con la actividad del cerebro. Los resultados dieron con la existencia de un patrón de actividad cerebral común (DMN) en las personas que realizaron meditaciones o estuvieron en silencio luego de la primera actividad.