La querella pidió acceder a las cámaras de seguridad de un boliche y del centro de monitoreo de Quitilipi para determinar si Horacio Zdero, hermano del gobernador, estuvo allí antes de atropellar y matar a Oscar Acevedo. La fiscalía libró oficios y avanza en la recolección de pruebas. La familia de la víctima denuncia graves irregularidades en las primeras actuaciones, incluida la alcoholemia realizada más de dos horas después. Testigos aseguran haber visto al acusado consumiendo alcohol horas antes del siniestro.
La causa que investiga el siniestro vial ocurrido el 15 de noviembre pasado en Quitilipi, que terminó con la vida de Oscar Acevedo y que tuvo como conductor del rodado que causó el hecho a Horacio Zdero, hermano del gobernador, avanza con nuevas medidas de recolección de pruebas.
Claudio Colla, abogado en representación de la familia de la víctima, comentó a LITIGIO que, a solicitud de la querella, la fiscalía penal 3 de Sáenz Peña envió sendos oficios al boliche La Rocka de Quitilipi y al municipio de esa localidad para hacerse de los registros de las cámaras de seguridad, tanto del local bailable como del centro de monitoreo de la zona, durante la madrugada de aquel sábado fatal. La franja horaria solicitada va desde la 0 hasta las 7 de la mañana.
“Se hizo lugar y ya salió oficio a la División de Investigaciones para que proceda a realizar tal tarea. También se incorporó el informe de división criminalística, pero todavía me tengo que estudiar sobre ese tema”, explicó el letrado. “Estamos encaminados, trabajando bien en la causa”, añadió.
Cabe recordar que el siniestro vial se produjo alrededor de las 5 de la mañana del 15 de noviembre en el acceso Juan Domingo Perón, entre calles Neuquén y Río Negro (sector que comunica la ruta 4 y la zona norte de Quitilipi) cuando la camioneta Ford Ranger blanca conducida por Horacio Zdero, de 57 años, atropelló a Acevedo que caminaba por la zona.
La víctima, ladrillero de profesión, murió en el acto a raíz de las graves lesiones en la cabeza. El lugar está asfaltado, señalizado y la víctima caminaba por la banquina, según confirmó el abogado de la familia.
El hecho tomó repercusión dos días más tarde luego de que algunos medios locales lo difundieran y Leandro Zdero se pronunciara en redes sociales: “Acompaño con profundo dolor a la familia afectada en esta pérdida irreparable. Este hecho debe cumplir con los procedimientos legales de rigor, sin distinción alguna”, escribió el gobernador.
El abogado de la familia de Oscar Acevedo denunció graves irregularidades en las primeras actuaciones de la causa. La más llamativa: el acta de alcoholemia que se le realizó al conductor, Horacio “Chuleta” Zdero —hermano del gobernador—, la cual registró una ausencia total de alcohol en sangre. Según advirtió, fue firmada por una persona que sería familiar del propio Zdero (esposo de una prima hermana), y no por un testigo imparcial como exige el procedimiento.
A su vez indicó que, si bien el choque se produjo a las 5 de la madrugada, recién a las 7.10 se le tomó la muestra de alcoholemia al conductor, según consta en el informe de alcotest incorporado al expediente. Colla consideró que un examen tomado más de dos horas después no refleja el estado real del conductor al momento del hecho.
Además, como para sumar un elemento más a las irregularidades constatadas, la comunicación de la Policía con el fiscal, Marcelo Soto, a cargo de la causa, recién se dio a las 7.29: dos horas y media de ocurrido el hecho, y 20 minutos después de realizado el examen de alcoholemia. También señaló que en el expediente judicial no consta que en el hospital local le hayan realizado toma de muestra de sangre y orina al acusado.
Todas estas irregularidades planteadas abonan a la hipótesis más fuerte hasta el momento: que el hermano del gobernador estaba borracho cuando atropelló a Acevedo y que se fraguó el procedimiento de alcoholemia para cubrirlo. En este sentido, el abogado también reveló que varias personas aseguraron haber visto a Zdero en el local bailable La Roka de Quitilipi consumiendo bebidas alcohólicas, horas antes del choque. Esos testimonios todavía no fueron incorporados al expediente.
“Mi hijo no era un perro para dejarlo tirado ahí”, expresó la madre de Oscar, en una marcha que se realizó a tres días del hecho. La mujer aseguró que nadie del gobierno ni de la familia del gobernador se comunicó con ellos desde el siniestro.
Los hermanos del joven fallecido también cuestionaron el accionar policial: “(Horacio Zdero) se fue a cambiar la ropa, a bañarse y tomar un café, mientras mi hermano estaba muerto ahí. ¿Cómo puede ser que el test de alcoholemia le dé cero? Taparon todo”.
Revista Litigio
