Tras los cambios en el Gabinete, el Presidente se reunirá con su par estadounidense en el America Business Forum, donde también participarán Lionel Messi y grandes figuras del mundo empresarial.
Tras el triunfo electoral legislativo y la reestructuración del Gabinete, Javier Milei inicia un nuevo viaje a Estados Unidos para participar del America Business Forum, donde compartirá escenario con Donald Trump, su principal aliado geopolítico.
Fuentes de Balcarce 50 y de la Casa Blanca confirmaron que es posible una reunión informal entre ambos mandatarios, aunque evitaron dar una confirmación oficial por la complejidad de la agenda del expresidente estadounidense.
Una cumbre de alto perfil en Miami
El foro se realizará los días 5 y 6 de noviembre en Miami, y reunirá a referentes del deporte, la política y el mundo empresarial global. Entre los expositores figuran Lionel Messi, Jamie Dimon (CEO de JP Morgan), Rafael Nadal, Gianni Infantino (presidente de la FIFA), Ken Griffin (CEO de Citadel), y María Corina Machado, distinguida con el Premio Nobel de la Paz.
Trump hablará el 5 de noviembre a las 14 (hora del Este), el mismo día en que Milei arribará a Miami acompañado por Karina Milei y el flamante canciller Pablo Quirno, que asume oficialmente en reemplazo de Gerardo Werthein.
Un encuentro con Trump y Messi en la misma jornada
La primera jornada del foro podría marcar una agenda histórica para el Presidente argentino. Milei no solo podría mantener un encuentro distendido con Trump, sino también compartir el cierre del día con Lionel Messi. Y quien será uno de los oradores principales del evento organizado por Ignacio González, CEO del America Business Forum.
El 6 de noviembre, a las 15:45 (hora del Este), Milei ocupará el escenario central del Kaseya Center, sede de los Miami Heat. Y donde será entrevistado por Bret Baier, periodista de Fox News y amigo personal de Trump.
Afinidad política e ideológica
Como en la Conservative Political Action Conference (CPAC), Milei escuchará primero la entrevista de Baier a Trump y luego podría reunirse con él en privado. Ambos líderes mantienen una afinidad ideológica y personal basada en el liberalismo económico, la crítica al intervencionismo estatal y una visión compartida del orden global.
El vínculo entre Buenos Aires y Washington se fortaleció en los últimos meses. Estados Unidos se consolidó como el principal aliado de la Argentina en la región, brindando apoyo financiero y diplomático en momentos de inestabilidad política y cambiaria.
Apoyo financiero de la administración republicana
Trump y su equipo, encabezado por Scott Bessent —actual secretario del Tesoro—, ejecutaron un salvataje financiero clave para sostener al Gobierno argentino antes de las elecciones. Según fuentes del Tesoro, la intervención ascendió a USD 2.000 millones en los mercados, más un swap de USD 20.000 millones con el Banco Central. Y un fondo adicional en negociación por otros USD 20.000 millones junto a JP Morgan y Citi para la recompra de bonos soberanos.
Ese respaldo financiero fue determinante para estabilizar las reservas y contener la volatilidad cambiaria. Un factor que, según el oficialismo, resultó clave en la victoria electoral de Milei.
Comercio bilateral y temas pendientes
Más allá del foro, Milei y su canciller tienen por delante una agenda de alto contenido económico. El Gobierno busca reactivar el acuerdo de aranceles y comercio bilateral que Werthein dejó negociado antes de dejar el cargo. Y que se postergó por un debate interno en Washington luego de que Trump anunciara el aumento de importaciones cárnicas desde Argentina.
El nuevo canciller, Pablo Quirno, viajará en noviembre a Washington para reunirse con Marco Rubio (secretario de Estado), Howard Lutnick (secretario de Comercio), Jamieson Greer (representante comercial) y Scott Bessent, con el objetivo de fijar una nueva fecha para el anuncio oficial del acuerdo comercial.
Una vez finalizada la cumbre global, Milei regresará a Buenos Aires antes de viajar a Bolivia. Y luego asistir a la asunción presidencial de Rodrigo Paz, en una nueva señal del reposicionamiento diplomático argentino en la región.
