Fue la cifra más baja desde el regreso de la democracia en 1983. Las elecciones se realizaron por primera vez con Boleta Única de Papel.
La participación en las legislativas 2025 se ubicó en torno al 66 % del padrón, según datos oficiales al cierre. Esa cifra representa un récord negativo desde el retorno de la democracia y despierta dudas sobre el nivel de compromiso político. Fuente electoral confirmó el dato. ¿Cuáles serán las consecuencias?
Cae la participación como nunca antes
Las fuentes de la Cámara Nacional Electoral proyectaron que el 66 % del electorado asistió a votar. Esa marca supera por debajo los porcentajes de 2021, cuando se alcanzó el 71 %.
En las presidenciales de 2023, la concurrencia fue del 77,05 % en la primera vuelta. Este descenso pone en evidencia una tendencia estructural al ausentismo electoral.
Este domingo fue además la primera experiencia nacional con Boleta Única de Papel (BUP). Aunque el sistema funcionó sin grandes incidentes, no logró revertir el clima de apatía.
Factores detrás del desplome participativo
Desde analistas se mencionan dos factores centrales: el aumento constante del padrón y la “fatiga democrática”. El crecimiento poblacional superó la incorporación efectiva de nuevos votantes comprometidos.
También influye que muchas provincias adelantaron sus elecciones y exhibieron cifras aún menores: en esos distritos el promedio de participación llegó al 58 %, 19 puntos menos que el histórico del 77 %.
La polarización política y la crisis económica, junto al desencanto en sectores jóvenes, también aparecen como motivaciones clave del desinterés.
Gobierno y oposición frente al desafío
El desplome en la participación implica un mensaje difícil para la gestión de Javier Milei. La falta de respaldo explícito puede debilitar su capital político, incluso si gana bancas en el Congreso.
Para el peronismo, la baja concurrencia podría animar la estrategia de movilización intensiva. Las diferencias internas entre Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa cobrarán relevancia en la conformación del nuevo mapa electoral.
En ese contexto emergen espacios como Provincias Unidas, liderados por gobernadores exaliados del oficialismo, que buscarán consolidarse como tercera vía competitiva de cara a 2027.
La democracia bajo presión
La jornada electoral transcurrió sin incidentes mayores, pero con una marca clara: la participación más baja desde 1983.
Ese dato obliga a repensar la relación entre ciudadanos y representantes. Si la tendencia se mantiene, el sistema político deberá adaptarse para recuperar legitimidad.












































