Los últimos datos del INDEC confirman la preocupante realidad del tejido social en el Chaco de Leandro Zdero: el Gran Resistencia exhibe las peores cifras de empleo de los últimos tres años, con una desocupación que vuelve a crecer (8,9%) y se consolida como la más alta del NEA.
El principal aglomerado urbano de la provincia tiene el lamentable “honor” de posicionarse entre las cuatro regiones con mayor desempleo del país, mientras su tasa de empleo (39,7%) marca un mínimo histórico.
Un reciente informe de la consultora Chaco, en base a las cifras oficiales del INDEC, da a conocer un cuadro alarmante: la tasa de actividad cayó 2,8 puntos respecto a 2024 y se ubicó en 43,6%.
Además, el 39,7% de índice empleo es el más bajo desde 2022 lo que se traduce en 17 mil chaqueños desocupados (3 mil más que el año pasado).
La caída interanual equivale a 13 mil chaqueños expulsados del mercado laboral en un año, mientras la subocupación afecta a 8 mil personas, es decir, quienes se encuentran trabajando menos de 35 horas semanales de forma involuntaria pero están dispuestos a incrementar ese tiempo.
Y se evidencia otro dato revela otra realidad de la profundidad de la crisis: 11 mil ocupados deben buscar otro empleo para subsistir.
En resumen, estos indicadores revelan un mercado laboral con baja participación, un porcentaje significativo de la población sin empleo que lo busca activamente, y una porción considerable de quienes sí tienen trabajo, buscando mejores condiciones o más horas.
El contraste regional: liderar en lo negativo
Aunque la actividad supera levemente el promedio del NEA (43,6% vs. 42,7%), el Chaco tiene menor empleo que la región (39,7% vs. 40,1%); registra la peor desocupación del NEA por cuarto trimestre consecutivo; y figura entre las 10 peores zonas del país en actividad y empleo.
Los datos reflejan el colapso de las estrategias provinciales para reactivar el empleo, agravado por la falta de inversión nacional. El gobierno de Leandro Zdero no solo que no revirtió la tendencia sino que en estos 18 meses de gestión, empeoró todos los indicadores socioeconómicos.
Con un 20% de la PEA en situación precaria (desempleados + subocupados), el Gran Resistencia parece erigirse como un termómetro del resquebrajado tejido social.
La magnitud del desastre en Gran Resistencia se acentúa al comparar sus cifras con promedio y de otras ciudades. La tasa de desocupación del 8,9% en el Chaco es notablemente superior al promedio nacional de 7,9% para el total de los 31 aglomerados urbanos del país en el mismo trimestre.
Más aún, el conglomerado urbano provincial se posiciona entre los que tienen las tasas de desocupación más elevadas a nivel nacional. Solo es superada o se encuentra en niveles similares a áreas críticas como los Partidos del Gran Buenos Aires (9,7%), Santa Rosa-Toay (9,5%) y Gran Córdoba (9,2%).
Esta posición la ubica como uno de los puntos más vulnerables en el mapa laboral argentino. Dentro de su propia región, el Noreste (NEA) tiene un 6,1%, el Gran Resistencia se desmarca de manera preocupante y prácticamente duplica a Corrientes: 4,5%; Formosa: 3,8%; y el Gran Posadas 6,0%.
ESCHACO
