Conocé el método casero para hacerlo en simples pasos, sin necesidad de recurrir a una óptica.
Las llamadas varillas, más conocidas como “patitas” de los anteojos, son una parte muy frágil que, ante cualquier golpe brusco o caída, se pueden romper. Ante esta situación, muchas personas los llevan a arreglar a una óptica, pero la realidad es que existe una técnica para hacerlo de forma fácil y en casa.
A través de un video de TikTok, un experto compartió el paso a paso de este truco para hacer en pocos minutos. Solo se necesitan algunos elementos básicos, como clips para papel, tornillos para lentes, destornillador y pinzas.
Paso a paso: cómo arreglar las “patitas” de los anteojos
- Si la “patita” está floja, retirala por completo.
- Luego, agarrá la pinza y estirá la punta de un clip para papel hasta que quede con la forma de un alambre finito. La idea es que esa punta pueda pasar por el agujero donde va el tornillo de la patilla.
- Dejá el otro extremo del clip con su forma ovalada, así podés manipularlo mejor. Usá el clip para sujetar la patita al armazón y, con el destornillador, colocá el tornillo en su lugar. El clip te va a ayudar a que el ajuste sea más preciso y a que la patilla no se mueva mientras trabajás.
- Una vez que el tornillo esté bien puesto, retirás el clip y listo: tus anteojos quedan firmes y listos para volver a usarse.
Recomendaciones para mantener en buen estado tus lentes
- Limpialos correctamente: usá agua y detergente neutro, al evitar productos agresivos como alcohol o amoníaco.
- Secalos con un paño de microfibra: este material evita rayones y no deja pelusas en la superficie.
- Guardalos en su estuche: así los cuidás de caídas, golpes y el polvo cuando no los uses.
- Evitá limpiarlos con la ropa: las telas pueden tener partículas de polvo que generan micro-rayones.
- No los dejes expuestos al calor: las altas temperaturas pueden dañar el tratamiento de los cristales y deformar el armazón.
- Sujetalos con ambas manos: esto previene que el armazón se desajuste o se deforme con el tiempo.
- No los apoyes con los lentes hacia abajo: así reducís el riesgo de rayones en la superficie óptica.
- Hacé ajustes periódicos: acudí a una óptica para asegurarte de que el armazón esté en buen estado y bien alineado.
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