Con la llegada del frío, surge la duda sobre dónde es mejor que duerman los perros para proteger su salud y bienestar.
El lugar donde duerme un perro es motivo de debate en muchos hogares. Aunque la decisión final siempre queda en manos de su responsable, los veterinarios coinciden en que hay factores clave que se deben considerar, sobre todo cuando las temperaturas son extremas.
Factores que influyen en la decisión
A la hora de definir si un perro duerme dentro o fuera de la casa, se tienen en cuenta aspectos tanto del animal como del entorno familiar:
- Condiciones del hogar: espacio disponible, existencia de patio o zona techada, presencia de personas alérgicas.
- Características del perro: edad, tamaño, estado de salud y procedencia.
Además, los expertos recuerdan que los perros descienden de los lobos y mantienen comportamientos sociales propios de las manadas. Esto significa que el vínculo emocional con sus dueños influye en cómo perciben y disfrutan el lugar en el que descansan.

¿Dentro o fuera de la casa?
Los veterinarios recomiendan que los perros puedan moverse libremente entre el interior y el exterior durante el día. Sin embargo, a la hora de dormir, las bajas temperaturas o el calor extremo pueden poner en riesgo su vida.
- En invierno, una ola polar puede provocar hipotermia.
- En verano, un calor excesivo puede causar deshidratación y golpes de calor.
En ambos casos, los especialistas aconsejan que los perros pasen la noche bajo techo, lejos de corrientes de aire y con una cama o manta mullida, protegidos de la lluvia, el granizo y el viento.
La opción más saludable para el animal es ofrecerle dos espacios complementarios:
- Un lugar interior seguro y cómodo donde descansar durante la noche o en jornadas de clima adverso.
- Un espacio al aire libre donde pueda ejercitarse, tomar sol y explorar.
No es necesario que compartan la cama de sus dueños, pero sí un espacio resguardado y cómodo.
Los veterinarios remarcan que el bienestar de un perro no depende solo del lugar donde duerme, sino también del tiempo de calidad que comparte con su familia. Esa conexión emocional tiene un impacto directo en su salud y felicidad.
