Conocé los detalles de esta técnica que dejará tus prendas como nuevas.
Con el paso del tiempo, es común que las prendas blancas adquieran un tono amarillento que muchas veces no es fácil de quitar. Sin embargo, existe un truco con un ingrediente que puede devolverles su blanco original sin la necesidad de usar productos químicos.
El secreto está en el bicarbonato de sodio, un gran aliado en la limpieza del hogar. Es conocido por su poder blanqueador, desodorizante y desinfectante.
Cómo usar el bicarbonato para blanquear ropa
- Llená un balde o palangana con agua caliente, lo más posible según el tipo de tela.
- Incorporá media taza de bicarbonato de sodio y revolvé bien hasta que se disuelva.
- Colocá la prenda amarillenta en la mezcla, asegurándote de que quede completamente cubierta.
- Permití que repose al menos una hora. Si la tela está muy amarillenta, podés dejarla toda la noche.
- Luego, lavá la prenda en el lavarropas o a mano, usando jabón blanco o el detergente que uses habitualmente.
- Colocá la prenda al sol, ya que sus rayos ayudan a intensificar el efecto blanqueador.

¿Por qué funciona este truco?
El bicarbonato de sodio tiene un efecto limpiador y blanqueador natural. Elimina residuos de detergentes, suciedad, sudor o grasa que pueden causar el tono amarillento en las telas blancas. Además, es un desodorante efectivo, lo que ayuda a eliminar malos olores que la ropa guardada pueda tener.
