El OIEA advirtió sobre la urgencia, mientras crecen las dudas sobre el destino del material enriquecido en las instalaciones inutilizadas por bombardeos de Estados Unidos e Israel

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la agencia nuclear de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), advirtió este miércoles que, tras cinco meses de ataques de Estados Unidos e Israel, es “indispensable y urgente” que el régimen de Irán retome la cooperación con sus inspectores y permita los controles nucleares habituales. Una suspensión temporal de dicha cooperación comenzó después de los bombardeos de junio, durante la denominada guerra de los 12 días, en la que siete de las veinte instalaciones nucleares más relevantes del país resultaron afectadas, según un informe técnico difundido entre las agencias de noticias internacionales antes de la próxima reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA en Viena.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, subrayó en este informe que los expertos del organismo internacional no conocen el paradero del uranio enriquecido —particularmente el de pureza del 60 %— desde los ataques, y no han podido verificar su estado desde mediados de junio. Grossi afirmó que “es urgente restablecer el estado actual de dichos inventarios sobre la base de los informes de Irán y la verificación del Organismo”, advirtiendo que la cantidad relevante de uranio altamente enriquecido no ha sido verificada en cinco meses, lo que calificó como “motivo de seria preocupación y plantea cuestiones de cumplimiento con el Acuerdo de Salvaguardias del TNP”, recogió la prensa internacional a partir del informe del OIEA.

De acuerdo con el documento, al inicio del conflicto el 13 de junio, las reservas iraníes de uranio enriquecido al 60 % ascendían a 440,9 kilogramos, cifra que representa un aumento de 32,3 kilogramos respecto al 17 de mayo. La falta de verificación de este material fue considerada “largamente demorada” por el OIEA, dado que “la continuidad del conocimiento sobre los inventarios ha sido perdida” desde los bombardeos.
El OIEA insistió en la necesidad de “verificar los inventarios de material nuclear declarado en Irán lo antes posible para disipar sus preocupaciones y garantizar el cumplimiento del Acuerdo de Salvaguardias del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP)”. El organismo reiteró que solo con ese acceso puede descartarse toda “posible desviación de material nuclear declarado hacia usos no pacíficos”.

El informe también solicitó “sin demora un informe especial sobre la situación” del material y las instalaciones nucleares bombardeadas, aclarando que Irán aún no ha presentado dicho documento. Además, exigió que las autoridades de Teherán faciliten el acceso a las instalaciones dañadas para verificar las condiciones del material, aunque reconoce que el país ha comenzado a dar pasos para facilitar este proceso. Prueba de ello es que este miércoles un grupo de inspectores viajó para una primera inspección a trece instalaciones no afectadas en los ataques de junio.
Después de los ataques, Irán suspendió la cooperación con la agencia atómica, aunque desde agosto los inspectores han retomado visitas rutinarias a la planta energética de Bushehr, en el sur del país. La próxima reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA volverá a centrarse en el programa nuclear de Irán, que ha sido objeto de críticas por parte de Estados Unidos, Israel y potencias occidentales, quienes sostienen desde hace décadas que el objetivo de Teherán es desarrollar armas nucleares, algo que la República Islámica niega.













































