Las reservas internacionales del Banco Central cedieron USD 376 millones o un 1% este jueves, a USD 38.792 millones, el stock más bajo desde el 12 de junio.
La caída era esperada ya que esta semana el Gobierno afrontó un importante pago de vencimientos de bonos en dólares (Globales y Bonares), que en su mayor parte está en manos privadas.
El Gobierno argentino realizó un pago total próximo a los USD 4.300 millones en concepto de vencimientos de títulos públicos, un movimiento que activó nuevas discusiones sobre el destino de los fondos liberados por cupones y amortizaciones de los bonos soberanos. El impacto generó reacciones tanto en el segmento deuda argentina como en el de acciones locales.
El Ministerio de Economía informó que el martes ya había girado al exterior una primera parte del pago, equivalente a USD 2.550 millones, correspondiente a la amortización y los intereses de los bonos globales en dólares y euros. De acuerdo con la sociedad de Bolsa Portfolio Personal Inversiones, “las reservas brutas cayeron USD 2.552 millones, casi exactamente lo que se debe abonar de cupón y amortización de Globales y Euros (USD 2.550 millones)”.
Este jueves recayeron pagos de Bonares por unos USD 1.600 millones, aunque la mayor parte de los fondos acreditados por estos títulos públicos con ley argentina quedaron depositados en el sistema financiero local, por cuanto la baja de reservas quedó reducida a menos de la cuarta parte de ese capital, dado que los depósitos en moneda extranjera se contabilizan en parte como reservas en el Central. “Los dólares que se quedan en el sistema no impactan en reservas”, comentó una fuente de la entidad monetaria.
La revisión técnica en curso con el FMI contempla el seguimiento de metas fiscales, monetarias y de acumulación de reservas, que es la que Argentina no cumplió. El pago de deuda, aunque reduce el stock de compromisos con el sector privado, representa también un desafío para la capacidad argentina de sostener el nivel de reservas netas exigido por el Fondo.
El compromiso del 9 de julio correspondió a los bonos emitidos tras la reestructuración de 2020, con vencimientos de capital programados en cuotas anuales y cupones semestrales. Según la consultora GMA Capital, “el monto que el Gobierno abonó se explica principalmente por vencimientos de AL30 (USD 1.090 millones) y GD30 (USD 1.132 millones), los cuales devuelven USD 8 de capital por cada 100 títulos a sus tenedores”.
“Con un riesgo país en 700 puntos, una compresión favorecería que Argentina se acercara a rendimientos similares a los de países con calificación crediticia B-. Si las tasas se ubicaran por debajo del 10% anual en dólares, los inversores podrían buscar oportunidades de ganancias de capital superiores al 8% en títulos como el GD35 o el GD41”, continuó GMA Capital.
Desde el equipo económico ya dieron señales que seguirán avanzando con el mecanismo de compras de dólares en bloque por parte del Tesoro, que tiene un objetivo doble: fortalecer las reservas, pero con la menor incidencia posible en el tipo de cambio para respetar todo lo posible el esquema de flotación vigente desde abril pasado.
El ministro de Economía Luis Caputo enfatizó den diálogo con LN+ que la economía argentina opera bajo un régimen flotante, en el que el tipo de cambio lo determina el mercado y el Gobierno no interviene. En cuanto a las metas de reservas netas, aseguró que se cumplirán los objetivos acordados con el FMI, y ponderó que vienen acumulando divisas a través del Bonte 2030, el REPO con bancos, y que el Tesoro ya concretó compras por un total de USD 400 millones, confirmando las operaciones en bloque reportadas la semana pasada.
“Arrancó el siempre esperado segundo semestre del año, esta vez con elecciones en octubre. Más allá de la formalidad del calendario, en la economía argentina pasar del segundo al tercer trimestre implica que finaliza el período de alta liquidación estacional del agro y que el mercado cambiario pierde un fuerte volumen de oferta. Este es un dato muy conocido por todos los operadores del mercado, por lo tanto, está incluido en las decisiones de cada uno de ellos. Este año se plantea una diferencia, porque ya el arbitraje temporal lo hace el mercado y no el BCRA. Antes el Banco Central compraba los excedentes en el segundo trimestre y los vendía más adelante en el año”, explicaron los expertos de MegaQM.
“Ante este nuevo esquema de política cambiaria y monetaria, donde el BCRA solamente interviene en el piso y en el techo de la banda cambiaria, es el mercado el que debe ir encontrando esos puntos de equilibrio!”, acotaron desde MegaQM.
