La UCA sacó un nuevo informe y los datos sobre la pobreza en niños duelen. No se veía algo así desde el 2001.
La pobreza infantil en Argentina alcanzó un preocupante 67,3% durante el primer semestre de 2024, la cifra más alta registrada desde la crisis socioeconómica de 2001-2002. Así lo revela un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA), que destaca un drástico aumento de más de 10 puntos porcentuales respecto al mismo período de 2023.
El estudio, elaborado por Valentina González Sisto e Ianina Tuñón, subraya que este incremento se produjo en un contexto de alta inflación (62,4% acumulado entre enero y junio de 2024) y una marcada caída del poder adquisitivo. Los ingresos de los hogares pobres se ubicaron un 42,6% por debajo del costo de la Canasta Básica Total, lo que evidencia la profunda precariedad en la que viven millones de niños y adolescentes.
A pesar de una leve mejora observada en el segundo semestre de 2024, impulsada por cierta estabilidad macroeconómica y aumentos en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar, la pobreza infantil sigue siendo la más elevada entre todos los grupos etarios. Aunque el gobierno implementó incrementos significativos en la AUH (100% en enero, 27% en marzo y 41% en junio) y amplió la Tarjeta Alimentar, estas medidas resultaron insuficientes para compensar completamente el impacto de la inflación y la pérdida de ingresos reales en las familias.
Desigualdad territorial: el norte, la región más castigada
El informe del ODSA-UCA destaca una profunda desigualdad territorial. El Norte argentino, particularmente las regiones del NOA (Noroeste Argentino) y NEA (Nordeste Argentino), continúa siendo la zona más golpeada por la pobreza. Aglomerados urbanos como Gran Salta, Formosa, La Rioja, Gran Paraná y Gran Resistencia registran tasas de pobreza infantil muy por encima del promedio nacional. Al finalizar 2024, solo Jujuy-Palpalá logró ubicarse por debajo de la media en estas regiones.
En contraste, el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires), la región Centro y la Patagonia mostraron mejoras más sostenidas en los niveles de pobreza infantil. Ciudades como CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), Mar del Plata, Bahía Blanca, Neuquén y Gran Buenos Aires experimentaron descensos significativos. La disparidad es abrumadora: mientras en la Ciudad de Buenos Aires la pobreza infantil es del 27,1% (el nivel más bajo del país), en Concordia, Entre Ríos, alcanza un alarmante 75%, lo que significa que tres de cada cuatro niños viven en hogares pobres.
Este panorama refuerza la urgencia de políticas públicas integrales que aborden las causas estructurales de la pobreza, especialmente en la infancia, para mitigar las profundas desigualdades que persisten en el país.