Texturas relajadas, movimiento natural y menos fijación marcan el nuevo rumbo de la moda capilar.
Después de varias temporadas dominadas por peinados prolijos, tirantes y con acabado impecable, una nueva estética se impone con fuerza en las pasarelas, campañas y redes sociales. Se trata del pelo con ondas desarmadas, una propuesta que recupera lo libre, lo espontáneo y lo imperfecto como parte del atractivo.
Esta técnica busca justamente lo opuesto al acabado pulido del “clean look”. Las ondas no siguen un patrón rígido ni buscan la simetría perfecta. Al contrario: se lucen sueltas, con volumen controlado y una textura que recuerda al cabello que se seca naturalmente al aire, sin demasiada intervención.
Para lograrlo, muchas estilistas recomiendan evitar los productos con efecto wet o gelificados. En cambio, se recurre a cremas livianas para peinar, sprays texturizantes o mousse de fijación suave, que ayudan a formar ondas con movimiento sin apelmazar el cabello. Las herramientas térmicas siguen siendo aliadas, pero el uso del rizador o la planchita se vuelve más libre: no se marca toda la melena, sino solo algunos mechones sueltos para crear un efecto más casual.
Este estilo se adapta a todos los largos: desde melenas XL hasta cortes bob o shaggy. También funciona en cabellos con base lisa, ondulada o con rulos naturales. La clave está en no forzar una forma, sino en acompañar la caída y sumar textura con herramientas o productos, sin llegar a un resultado artificial.
La tendencia también trae un cambio de ritmo en cuanto al tiempo y dedicación: el peinado deja de ser una estructura a mantener durante horas para convertirse en algo más orgánico, más rápido y más fácil de actualizar. Las influencers y celebridades que lo adoptaron aseguran que se trata de una forma de reconciliarse con la propia textura y abandonar la exigencia de perfección.
Con este cambio, el mundo beauty parece moverse hacia una estética más libre y más conectada con lo real. En lugar de esconder el frizz o controlar cada hebra, se celebra el movimiento natural del cabello. Las ondas desarmadas no solo son una moda: son una forma de reinterpretar lo bello en clave actual.
