Dos oficiales consideran que lo peor del evento fue la apología al intento de golpe del 27 de noviembre de 1992
El desfile por el Día de la Aviación Militar Bolivariana, celebrado este 27 de noviembre, estuvo encabezado por el ministro de la Defensa, desde la Base Aérea Libertador en Maracay, mientras Nicolás Maduro apareció en un mensaje grabado, desde un recinto cerrado. Dos oficiales consideran que lo peor del evento fue la apología al intento de golpe del 27N de 1992.
El ministro de la Defensa, GJ Vladimir Padrino López, junto al comandante Estratégico Operacional y altos oficiales, encabezaron el desfile al que Nicolás Maduro no se atrevió a llegar, más que a través de un video de 22 minutos. Hubo un gran esfuerzo en el despliegue de los aviones en el aire, aunque los oficiales del presídium estaban más entretenidos con sus teléfonos celulares y charlas entre ellos.
Padrino dio un discurso, en la misma narrativa de Maduro y el jefe de la agrupación de parada, con consignas, mensajes ideológicos, respuestas a la operación de EEUU en el Caribe y apología al golpe que oficiales de la Aviación intentaron contra el entonces presidente de la República, Carlos Andrés Pérez.
El jefe de la agrupación de parada, general de brigada Hernán Miguel Acosta Figueroa, destacó la presencia de 1.358 soldados y reivindicó la intentona golpista del 27N como una “gesta heroica”.

La conmemoración, que marca 33 años de aquel levantamiento fallido contra la democracia, generó malestar en sectores internos. Un oficial, que pidió no ser identificado, le dijo a Infobae que “lo único realmente destacable del acto fue la formación final de los aviones en el espectáculo aéreo”.
Fue manifiesto el descontento con la presencia del gobernador del estado Lara, Luis Ramón Reyes Reyes, recientemente ascendido a general de brigada pese a estar retirado. “Es irritante verlo disfrazado con uniforme”, dijo el oficial en conversación con Infobae.
Según el oficial consultado, los discursos oficiales ignoraron la realidad de la Fuerza Aérea y se limitaron a la narrativa gubernamental: invasión, asedio, alabanzas a Maduro y advertencias contra Estados Unidos, sin abordar problemas internos ni ofrecer soluciones. “El mensaje del comandante general está fuera de la realidad, y el ministro recurrió a pasajes coloquiales entre elogios y apología a la triste fecha del 27Nov92”, afirmó.

Bajo asedio
El ministro de la defensa y Vicepresidente Sectorial de Defensa y Soberanía, Vladimir Padrino López, destacó en su discurso que “Venezuela está bajo un asedio militar”, pero asegurando que esa amenaza no intimidará ni disminuirá la capacidad defensiva de la nación.
Insistió el titular castrense en la necesidad de mantener la firmeza ante el despliegue aéreo y naval que la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene desplegado en el Caribe, con la Operación Lanza del Sur.
“Estamos obligados a cumplir nuestra tarea en cualquier circunstancia, no hay excusas de ningún tipo”, dijo Padrino asegurando que en el país, ante las presiones externas, se han desarrollado “capacidades que nunca nos habíamos imaginado”.

Siguen en resistencia
Néstor González González, general de brigada retirado y uno de los más férreos opositores a Hugo Chávez durante la crisis de abril de 2002, evocó la intentona golpista del 27 de noviembre de 1992 contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez.
En un mensaje dirigido a sus compañeros de armas, González recordó que “se cumplen 33 años de la intentona golpista del 27 de noviembre de 1992 contra el gobierno democrático del presidente Carlos Andrés Pérez, marcada por ataques a instalaciones por parte de militares sublevados de la Aviación Militar, traidores a la patria que fueron finalmente repelidos y doblegados por la Fuerza Aérea Venezolana, leal a la Constitución, a la democracia y a la libertad de los venezolanos”.
El ex oficial relató que, de forma simultánea, grupos insurgentes de las Fuerzas Armadas atacaron por tierra instalaciones estratégicas, entre ellas el Palacio de Miraflores, el Regimiento de la Guardia de Honor y la Residencia Presidencial.
“Durante doce horas defendimos estos espacios con nuestros valientes oficiales, suboficiales y guardias de honor, bajo el acertado comando del general de brigada Rafael Hung Díaz, jefe de la Casa Militar, y del coronel Moreno Diego, comandante del Regimiento de la Guardia de Honor”, afirmó.
Recordó González que la resistencia se prolongó durante doce horas frente al asedio aéreo y terrestre, junto a comandantes de batallones y efectivos de la Guardia Nacional. “Al final, prevalecieron la democracia, la libertad y el apego a la Constitución y las leyes”, subrayó, al tiempo que pidió a Dios por los oficiales y soldados que entregaron sus vidas en defensa del gobierno legítimamente constituido.
El general retirado denunció que muchos de aquellos rebeldes “traidores a la patria” se valieron de la Constitución y de los mecanismos democráticos para llegar al poder, “traicionando nuevamente la voluntad del pueblo venezolano”.
“Hoy el país sufre las consecuencias de la explotación de la miseria humana, la tiranía y el abuso de los derechos humanos por parte de una narcodictadura”, sentenció.
Finalmente, González destacó la resistencia ciudadana durante más de dos décadas, donde venezolanos, “desde el país y desde todas partes del mundo, junto con nuestra líder y Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, se han mantenido luchando y resistiendo valientemente, igual que aquel 27 de noviembre de 1992, contra la tiranía. Venezuela será libre. Ceder nuestros derechos es perder la República”.

Fracasa el 27N
La asonada militar del 27 de noviembre de 1992, la encabeza el ahora fallecido contralmirante Hernán Grüber Odremán, en compañía del contralmirante Luis Enrique Cabrera Aguirre, el general de brigada de la Fuerza Aérea Francisco Visconti Osorio, con participación del coronel del Ejército Higinio Castro y el mayor de la Guardia Nacional Carlos Salima Colina.
Hubo participación de organizaciones de civiles como Bandera Roja y Tercer Camino, así como miembros del Frente Patriótico y figuras destacadas que buscaron obtener reconocimiento político luego de percatarse de la febrilidad que entre la opinión pública tuvo la intentona ocurrida meses antes, el 4 de febrero.
Los principales enfrentamientos fueron en la capital del país, específicamente en el Distrito Federal, Caracas, y en los estados Miranda, Aragua y Carabobo. Solo duró un día para que la insurrección fuera sofocada y que los sublevados se rindieran y casi un centenar de ellos huyeran hacia Perú, incluyendo los jefes de la asonada, quienes solicitaron asilo en el país inca.










































