Strike 3 Holdings y Counterlife Media presentaron una demanda en la que alegan que las direcciones IP corporativas de la empresa de Zuckerberg descargaron 2.369 de sus películas
Meta, empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, vuelve a enfrentarse a la controversia tras haber sido demandada por presuntamente descargar ilegalmente casi 2.400 películas para adultos con el objetivo de entrenar su inteligencia artificial.
La compañía dirigida por Mark Zuckerberg ha rechazado las acusaciones y sostiene que estas descargas fueron realizadas para “uso personal” por miembros de su extensa plantilla, desmarcándose así de cualquier utilización corporativa o manipulación de los contenidos en cuestión para modelos de IA.
Demanda por derechos de autor y la versión de Meta
La controversia salió a la luz luego de que Strike 3 Holdings y Counterlife Media, responsables de marcas populares de entretenimiento para adultos como Vixen, Tushy, Blacked y Deeper, presentaron una demanda en la que alegan que las direcciones IP corporativas de Meta descargaron de forma ilícita 2.369 de sus películas.
Estas empresas sostienen que Meta habría utilizado ese contenido para entrenar en secreto un modelo de IA destinado al video para adultos. Es preciso señalar que las compañías exigen 359 millones de dólares en daños y perjuicios.
Según detalla el informe de TechSpot, Strike 3 Holdings utilizó herramientas específicas de rastreo BitTorrent para detectar las infracciones, lo que les permitió vincular las descargas a IP asignadas a Meta.
Por su parte, la defensa de Meta señala varios puntos clave. El primero, que las descargas ilegales señaladas comenzaron en 2018, años antes de que Meta iniciara la investigación sobre modelos de lenguaje de gran tamaño o videos generativos, que fue en 2022.
La empresa enfatiza que sus políticas internas prohíben la generación de contenido para adultos por parte de sus sistemas de IA y rechaza cualquier uso corporativo de dicho material con fines de entrenamiento.
En lo relativo al rastreo de IP, Meta argumenta que el número de descargas es bajo, un promedio de 22 al año repartidas en numerosas direcciones IP de la compañía, presentando esto como indicio de descargas personales ajenas a la actividad empresarial.
Además, la plataforma sostiene que debido al volumen de accesos diarios —donde trabajan decenas de miles de empleados, contratistas, visitantes y terceros—, es imposible determinar quién descargó los videos.
La demanda, que busca frenar el posible uso de materiales protegidos en el entrenamiento de sistemas automáticos, se suma a recientes cuestionamientos sobre las prácticas de grandes tecnológicas en el manejo de datos con derechos de autor.

Meta solicita desestimar el caso, insistiendo en que el acceso a los archivos se circunscribe al uso particular de individuos, y que no está vinculado a ninguna iniciativa oficial en materia de inteligencia artificial generativa.
Extrabajador de WhatsApp acusa a Meta de ignorar severos fallos de ciberseguridad
Un exdirectivo de seguridad de WhatsApp ha informado, a través de una demanda federal presentada en Estados Unidos, que Meta Platforms Inc. habría ignorado advertencias serias sobre deficiencias en ciberseguridad y que, además, habría tomado represalias laborales en su contra.
Attaullah Baig, quien afirma haber ocupado el cargo de jefe de seguridad de WhatsApp, sostiene que desde 2021 elevó reiteradas alertas a sus superiores sobre lo que describía como riesgos sistémicos que ponían en peligro la privacidad de millones de usuarios de la aplicación.
Según los detalles recogidos en la demanda y citados por medios como Bloomberg, Baig detectó que cerca de 1.500 ingenieros de WhatsApp disponían de acceso irrestricto a datos personales de los usuarios, contando incluso con la capacidad de transferir o extraer información sin que existieran sistemas de auditoría o mecanismos que dejaran registro.
Esto, en palabras del denunciante, representaba una amenaza considerable tanto para la seguridad de los datos como para el cumplimiento de los estándares regulatorios internacionales. La documentación judicial indica que Baig comunicó sus preocupaciones tanto a sus jefes inmediatos como a responsables de mayor rango, incluido Mark Zuckerberg, CEO de Meta.
Según los alegatos presentados, la reacción de la empresa no fue implementar medidas correctivas, sino que Baig comenzó a recibir evaluaciones de desempeño desfavorables y, posteriormente, fue despedido bajo el argumento de “bajo rendimiento”.
						
									










































								
				
				
			



