Jorge Di Raddo, propietario de La Vaca Atada, un restaurante con 35 años de trayectoria ubicado en Santa María de Oro y Santiago del Estero, compartió con Radio Natagala la difícil situación económica que atraviesa su comercio, uno de los referentes gastronómicos de la ciudad.
Di Raddo explicó que, a lo largo de su vida, nunca había enfrentado una crisis tan profunda: “Han variado mucho los mecanismos que hacían que la gastronomía sea una actividad importante. Esta crisis relegó a la gastronomía y hoy nos encontramos con un panorama muy complejo”, señaló.
Según el propietario, la reducción del poder adquisitivo de los clientes y los altos costos de servicios e impuestos provocan que la actividad del restaurante se haya reducido drásticamente. “Antes, después de que la gente cobraba, había movimiento durante 20 días. Ahora es como si el último día del mes fuese el único en que se consume fuera de casa”, detalló.
Además, Di Raddo enfrenta una deuda fiscal de 500 millones de pesos, que lo obliga a vender bienes personales para cubrir los gastos básicos del comercio, aunque aseguró que nunca dejó de pagar los sueldos de sus empleados. “Mi equipo es prioridad. No quiero que ellos sufran por la crisis”, afirmó.
El propietario aclaró que su publicación no busca ayuda económica directa ni subsidios: “Solo pedí a nuestros clientes y amigos que nos recuerden al momento de hacer una celebración, un cumpleaños o una reunión en nuestro espacio, porque eso nos permitirá seguir subsistiendo”.
La música, que en otros tiempos aportaba ingresos adicionales, hoy solo cubre gastos mínimos y no logra compensar la crisis, afirmó Di Raddo.
En este contexto, La Vaca Atada se mantiene como un referente gastronómico popular en Resistencia, y su propietario busca concientizar a la comunidad sobre la importancia de apoyar a los comercios locales en momentos difíciles.
