El conjunto que dirige Diego Simeone incorporó al delantero Giacomo Raspadori, proveniente del Napoli
El Atlético de Madrid renovó a su plantel con la misión de dar pelea a las grandes potencias del Viejo Continente. Además de la lucha por La Liga y la Copa del Rey frente a gigantes como el Barcelona y el Merengue, el Colchonero sueña con conquistar por primera vez la Champions League. Además, el fracaso en el reciente Mundial de Clubes motivó a Diego Simeone a realizar grandes cambios en un equipo que tiene objetivos ambiciosos.
Tras los arribos de Thiago Almada, Dávid Hancko, Johnny Cardoso, Matteo Ruggeri, Marc Pubill, Santiago Mouriño y Clément Lenglet, en las últimas horas la entidad de la capital española anunció la contratación de Giacomo Raspadori, quien firmó un contrato por cinco temporadas.
“Giacomo Raspadori ya es jugador del Atlético de Madrid después de que nuestro club y el Napoli hayan llegado a un acuerdo para su traspaso a nuestra entidad. El atacante pasó su reconocimiento médico en el Centro de Medicina Deportiva de Alto Rendimiento Vithas-Invictum del Hospital Universitario Madrid Arturo Soria”, anunció el Colchonero en un comunicado oficial.
El joven italiano de 25 años se coronó en dos ocasiones en la Serie A y ganó la Eurocopa con la Azzurra en 2021. El Aleti sumó a “un futbolista polivalente que puede jugar en todas las posiciones del ataque y también detrás de los delanteros”, según destacó el enunciado del club madrileño.
El oriundo de Bentivoglio comenzó su carrera en las categorías inferiores del Sassuolo, donde debutó el 26 de mayo de 2019, en un encuentro ante el Atalanta. Con el conjunto negriverde jugó 82 partidos, en los que marcó 18 goles y repartió nueve asistencias. Posteriormente, en 2022, se incorporó al Napoli, club con el que ha ganado en dos oportunidades el Scudetto. En el conjunto del sur de Italia ha disputado 109 encuentros, anotando 18 tantos y dando 10 pases de gol.
Conocido popularmente como Jack, los principales analistas del Viejo Continente lo consideran “un futbolista moderno”. No es un goleador nato, pero sabe cómo manejarse desde la segunda línea, “desatascador en zona de tres cuartos, capaz de jugar por las bandas, revulsivo, ambidiestro por decisión propia y, sobre todo, oportunista del gol”.
Raspadori también llega al plantel del Cholo Simeone con la experiencia de haber disputado varios compromisos en la Champions League. Su juventud le permite guardar margen de mejora. Y aunque no sea un goleador nato, al menos hasta ahora, es una herramienta muy valiosa en ataque por su calidad y en defensa por su compromiso colectivo.
Raspadori era fanático del Inter de Milán cuando era pequeño. Su ídolo, el Eto’o del Triplete de 2010. Apartó su fanatismo poco a poco cuando fue creciendo en las categorías inferiores del Sassuolo, al que llegó con apenas 9 años.
Allí debutó bajo la tutela de Roberto De Zerbi, que le dio el brazalete de capitán del equipo poco después, con 21 años.
Formó parte de un plantel histórico que arrasó en Italia y sorprendió en Europa. Eso sí, siempre como solución desde el banco de suplentes. No se apoderó de una hueco fijo en el once pese a su versatilidad como nueve puro, como segundo punta o como extremo.
Luciano Spalletti, su entrenador tanto en el Napoli como hasta hace apenas unos meses en la selección italiana, contó siempre con él. Fue su protegido, aunque no pudiera darle más espacio por el talento que el elenco sureño atesoró ese año.
“En los entrenamientos es una cosa increíble por su seriedad, fuerza y dedicación… Se dice que todos son iguales, pero yo estoy más dispuesto a aceptar a quienes entrenan de cierta manera, a los que se comportan de cierta manera, los que piensan de cierta manera, los que llegan al campo una hora antes y lo preparan. No los que llegan dos minutos antes”, dijo el DT.
“De pequeño era completamente zurdo, incluso para escribir. En cambio, mi hermano mayor Enrico era diestro y yo no soportaba esa diferencia, así que empecé a imitarlo”, desveló el atacante en 2021 en una entrevista brindada a La Gazzetta dello Sport.
“Ahora escribo con la derecha y le pego con ambos pies: es una ventaja también a la hora de desmarcarme, porque los defensores no pueden adivinar hacia dónde voy a ir. Antes, casi siempre lanzaba los penales con la derecha, pero ahora estoy entrenando para definir con la izquierda”, añadió en ese mismo diálogo.
La renovación del Atlético de Madrid incluyó múltiples salidas, como las de Samu Lino y Saúl Iñíguez al Flamengo; Ángel Correa a los Tigres de Monterrey; Rodrigo de Paul al Inter Miami; Rodrigo Riquelme al Betis; más Reinildo, Azpilicueta y Witsel, quienes finalizaron sus contratos. Esta temporada, el Colchonero irá por la Orejona que le viene siendo esquiva desde que se creó.
La entidad de España ha escalado hasta el sexto puesto en el ranking global de clubes con mayor inversión en refuerzos, una posición que solo superan cinco equipos de la Premier League: Liverpool, Chelsea, Manchester United, Arsenal y Manchester City.
En el contexto de su país, la diferencia de estrategias entre los principales candidatos a pelear por los títulos resulta evidente. El Real Madrid se posiciona como el rival más cercano al Colchonero en términos de inversiones, con 195 millones de dólares abonados en apenas cuatro incorporaciones (Franco Mastantuono, Dean Huijsen, Álvaro Carreras y Trent Alexander Arnold), una cifra similar al Colchonero, que alcanzó los 204 millones de la moneda norteamericana. Más alejados, figuran el Real Betis con 47 millones de dólares, el Villarreal con US$ 42 millones y el Barcelona con US$ 30 millones.
