La psicóloga que la asistió advirtió que la víctima presentaba un grave deterioro físico y reveló que llevaba más de una década sin controles de salud. Ocurrió en Despeñaderos, en la provincia de Córdoba.
En Despeñaderos, a 50 kilómetros de la capital cordobesa, una mujer de unos 50 años fue rescatada por la Justicia en grave estado de salud, en el marco de una causa por presunto abandono y servidumbre.
La víctima presentaba bajo peso, un marcado deterioro físico y posibles patologías crónicas. Su esposo, Sergio Colazo, y una de sus hijas fueron detenidos, mientras que otros tres hijos —entre ellos un enfermero— quedaron imputados.

El relato de la psicóloga que la recibió
La psicóloga Gisella Acosta, quien entrevistó a la víctima en el Polo de la Mujer, describió la escena con crudeza: “Se podía notar un deterioro físico bastante grave. Su estado de bajo peso era evidente. Después, por lo que pude conversar, había otras patologías crónicas asociadas”.
Acosta remarcó que en los registros sanitarios solo figura una consulta médica en 2014. Para la profesional, será clave determinar “qué pasó en el entramado familiar para llegar a esa situación”.
La mujer fue derivada al Hospital de Alta Gracia, donde permanece bajo seguimiento médico y psicológico. El caso generó conmoción en Despeñaderos y en la región.
En los próximos días podría declarar ante la fiscalía de Alta Gracia, a cargo de Alejandro Peralta Otonello, para esclarecer cómo se llegó a este cuadro y definir responsabilidades.
Muchos vecinos pensaban que había muerto
Vecinos del barrio contaron que hacía más de diez años que no veían a la mujer y muchos pensaban que había muerto.
El hallazgo destapó una historia de encierro y maltrato que nadie pudo detectar a tiempo.
El fiscal también dispuso la exclusión del hogar y la prohibición de contacto para los principales acusados.
El equipo interdisciplinario que asiste a la víctima está integrado por médicos, psiquiatras y psicólogos, que intentan estabilizarla para que pueda declarar. Sin embargo, su estado físico y emocional es tan delicado que todavía no pudieron tomarle testimonio.
