De acuerdo con esos registros, fueron recuperados hasta el momento 19 cuerpos de abajo de los escombros en el pueblo de Masara, en la isla meridional de Mindanao, la segunda más grande de Filipinas.
En tanto, otras 63 personas, entre mineros y residentes, continuaban desaparecidas, agregaron las fuentes, según indicó la agencia AFP.
La avalancha se produjo el martes pasado por la noche y dejó enterrada a una terminal de autobuses para empleados de una mina de oro y 55 casas cercanas.
En principio, la cantidad de víctimas fatales ascendía a 35 y la de personas heridas, 32.
Rocas, lodo y árboles se deslizaron más de 700 metros por una empinada ladera cerca de la empresa Apex Mining Co., y dejaron baro tierra una sección de 8,9 hectáreas del pueblo de Masara.
Una niña de 3 años fue rescatada viva de abajo de los escombros el viernes último tras casi 60 horas atrapada, en lo que los socorristas describieron como un «milagro».
Las autoridades prometieron continuar con la búsqueda hasta rescatar a todos los desaparecidos.
Los desprendimientos de tierra son frecuentes en este archipiélago del sudeste asiático por su terreno montañoso, las precipitaciones y la deforestación provocada por la minería, la agricultura o la tala ilegal.
Las lluvias azotaron partes de la región durante semanas y provocaron diversos deslizamientos de tierra e inundaciones que obligaron a decenas de miles de personas a trasladarse a refugios de emergencia en una región golpeada también por terremotos en los últimos meses.
