Las técnicas más habituales de ciberdelincuencia abarcan la instalación silenciosa de programas espía, la descarga de aplicaciones ajenas a tiendas oficiales y la manipulación mediante enlaces maliciosos
El aumento de dispositivos en la vida cotidiana ha traído consigo desafíos para la privacidad. Ser espiado a través de la cámara del celular es un riesgo grave para la seguridad personal, porque permite el acceso no autorizado a imágenes e información confidencial sin el consentimiento del usuario.
Esta amenaza puede derivar en la filtración de datos, extorsiones y daños al bienestar emocional, de acuerdo con el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE).
La posibilidad de que extraños accedan a la cámara y obtengan contenido privado, ha provocado incidentes en los que los ciberdelincuentes roban imágenes, videos o conversaciones, exponiendo datos sensibles como domicilios, contraseñas o información bancaria.
Cuáles son las formas más comunes de ser espiado a través del celular

La infección por spyware u otro tipo de malware se presenta como uno de los problemas más frecuentes y peligrosos para cualquier usuario de un dispositivo. Este tipo de programas puede instalarse tras descargar archivos sospechosos, aplicaciones no oficiales o mediante campañas de ingeniería social.
Cuando un atacante logra acceso, puede activar la cámara, grabar imágenes o videos y recopilar contenido privado sin conocimiento de la persona afectada.
Además, la filtración de fotos o vídeos personales puede derivar en sextorsión, extorsión económica o chantaje. Incluso la simple exposición no consentida de imágenes e información personal puede afectar la reputación y la vida privada, porque se pierde el control de lo compartido en el espacio digital.
Qué prácticas digitales aumentan la probabilidad de ser víctima de espionaje

El intercambio de imágenes o videos íntimos, denominado sexting, implica riesgos importantes. El INCIBE advierte que, una vez enviados, el emisor pierde el control sobre el archivo, quedando expuesto a su difusión o uso peligroso, ya sea por parte del receptor o personas ajenas a la confianza del remitente.
También, las transmisiones en vivo y videollamadas masivas presentan vulnerabilidades. Existen prácticas como el “zoom bombing”, donde intrusos acceden a reuniones virtuales a través de enlaces públicos, participando sin autorización y afectando a los usuarios con actos de acoso.
Asimismo, la falta de ajuste en la privacidad y la utilización de configuraciones abiertas puede facilitar la intrusión de desconocidos.
Cómo protegerse de amenazas y espías a través del teléfono

El INCIBE sugiere instalar y mantener actualizado un antivirus en todos los dispositivos inteligentes. Esta herramienta detecta y bloquea infecciones por malware, troyanos y spyware.
Se deben revisar los permisos de la cámara y de todas las aplicaciones instaladas, concediéndose solo a programas esenciales y de confianza. Además, otra medida preventiva consiste en tapar la cámara del celular cuando no se utilice, mediante accesorios que prevengan la activación remota.
Se aconseja usar contraseñas robustas y renovarlas de forma periódica, combinando métodos de autenticación como la huella dactilar o el reconocimiento facial. Limitar la información disponible en redes sociales y la visibilidad de los perfiles ayuda a reducir el riesgo de exposición.
Cuáles hábitos refuerzan la privacidad y previenen el espionaje

No aceptar solicitudes de desconocidos en redes sociales ni proporcionar información personal mediante chats o plataformas no verificadas disminuye las posibilidades de caer en engaños o ser víctima de ingeniería social.
El INCIBE insiste en la importancia de limitar la información que se comparte en internet, controlar quién puede ver las publicaciones y restringir el acceso solo a contactos fiables.
Otra práctica es evitar la descarga de archivos o aplicaciones desde fuentes no oficiales, porque propagan la mayoría de los virus y programas espía conocidos.
Revisar periódicamente la configuración de privacidad y seguridad en aplicaciones y cuentas, sumado a seguir guías oficiales, ofrece protección frente a nuevas amenazas. La prevención y el uso responsable de la tecnología constituyen la mejor defensa contra los riesgos digitales.











































