El día de ayer, las redacciones de Diario TAG y Diario Chaco fueron protagonista de un hecho de violencia que pone en jaque la libertad de expresión que caracteriza a nuestro país. Alrededor de las 15 horas, dos personas, identificadas como Marcos Chávez y Micaela Pogorzelsky, se presentaron a las oficinas de nuestro diario y luego de tocar el timbre, comenzaron a reclamar a través de gritos la eliminación de una nota que tenía que ver con una persona fallecida debido a una descarga eléctrica.
En ese momento y sin autorización, la mujer y el hombre, que era hermano del sujeto fallecido, siguieron increpando y exclamando que “si no bajan la nota vamos a romper todo”. Ambos reclamaban que, a través de la nota, el diario “mentía” y buscaba “lucrar” con la muerte de ese sujeto. Esto es totalmente falso, ya que la misma fue realizada a través de un reporte facilitado por la Policía del Chaco, considerada una fuente oficial a la hora de la redacción de hechos de carácter policial.
De inmediato se hizo presente el jefe de redacción de Diario Chaco, Gabriel Bobis, y luego de intentar de hacer entrar en razón a los agresores sin éxito, invitó a ambas personas a retirarse del recinto, debido a las formas que tenían de dirigirse a todos los presentes. Luego de esto, los atacantes empezaron a insultarlo con numerosos agravios, y Chávez a increparlo para querer agredirlo físicamente. Todo esto, mientras se realizaban los llamados correspondientes a la policía, para que intervenga en el asunto.
Pogorzelsky, además, continuaba amenazando a los presentes con “acciones legales”. Además, reveló que iban a ir “a todos los diarios que levantaron la noticia” a continuar con sus violentos reclamos.
Luego del intento de agresión, que incluyeron insultos y patadas a un basurero en las afueras de las oficinas, y mientras los gritos de los agresores escalaban cada vez más, Chávez reingresa a las oficinas de la redacción continuando las amenazas anteriormente perpetradas y sube las escaleras vociferando que “iba a romper todas las computadoras si no bajaban la nota”. Además, mostraba mucho enojo remarcando que “su hermano no era albañil”.
Al llegar al piso donde trabajan los periodistas de nuestro diario, empieza a amenazar a dos de ellos que se encontraban trabajando, requiriendo una vez más que las publicaciones sean eliminadas. Luego, detrás de él, llega otro de nuestros redactores para tratar de calmarlo y convenciéndolo de que hable de manera pacífica para poder solucionar sus reclamos.
Es ese momento, Chávez vuelve a bajar hacia la recepción, un poco más calmado. Es ahí cuando, minutos después de ser amenazado, Gabriel Bobis, elimina la noticia de ambos portales.
Ya en el hall de entrada, comienza a explicar a Chávez los procesos para la eliminación de la nota y como ambos diarios toman a los reportes policiales como fuentes oficiales, demostrándose que nada de lo que se publicó fue inventado.
De todas maneras, las discusiones continuaron con el arribo de otro integrante de la familia Chávez. Esta vez, se presentaba Pablo Chávez, hermano de Gerson, trágicamente fallecido luego de recibir una descarga eléctrica mientras estaba en su casa. Empieza, falazmente, a tratar a los periodistas de ambas redacciones de “sensacionalistas” y de poco éticos al revelar datos, que anteriormente explicamos, eran de público conocimiento.
Pablo también fue participe de las explicaciones brindadas por el jefe de redacción y, luego de acalorados minutos e intercambios de ideas, el arribo de la policía desactivó la situación y los agresores abandonaron el recinto. Ya con todas las personas ajenas de la redacción fuera de la misma, se formalizó la denuncia en la Comisaría Segunda, ubicada a pocas cuadras de nuestra casa.
Estos fueron los hechos que ocurrieron en el día de ayer y lo contamos para que ningún medio sufra este tipo de hechos de violencia. Diario TAG y Diario Chaco se responsabilizan del contenido publicado en sus respectivas páginas teniendo como estandarte la búsqueda de la verdad y la ética periodista, teniendo en cuenta que en ningún momento de la edición de la publicación “Dos hombres sufrieron una descarga eléctrica mientras trabajaban: uno de ellos perdió la vida” se recurrió a hechos inventados.
