Un hombre de 43 años murió en plena calle en Tucumán tras sufrir un infarto. Ezequiel David Esquilache volvía del trabajo acompañado por su hijo, de 23, cuando fueron interceptados por dos delincuentes. Después de que les quitaran sus pertenencias y los golpearan, corrió para pedir ayuda pero se desvaneció y murió de un infarto.
El hecho ocurrió el viernes en la intersección de la avenida Américo Vespucio y Circunvalación, cerca del mercado frutihortícola donde padre e hijo trabajaban. Al salir de allí, se les cruzaron los ladrones que les sacaron la billetera, los documentos y hasta las zapatillas. Cuando se fueron, Esquilache quiso buscar ayuda en la zona y salió corriendo. Sin embargo hizo unos pocos metros y cayó desvanecido.
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La Policía logró detener a los atacantes que fueron identificados como Daniel Rodrigo Centeno, de 27 años, y José Mauricio Jesús Nadal, de 29. Ambos quedaron imputados por “homicidio en calidad de robo”.
Conmocionado por lo ocurrido, un conocido de la víctima aseguró a La Gaceta: “No merecía tener esa muerte. Trabajaba pese a que hace muy poco tiempo fue operado del corazón. Estaba contento porque se había recuperado y podía seguir llevando comida a su casa. En cambio estas plagas andan robando para poder seguir drogándose. Algún día se tiene que acabar todo esto”.
Como la ambulancia tardó mucho en llegar, los vecinos trasladaron a Esquilache en una camioneta hasta el Hospital Caps Diego de Villarroel y desde allí fue derivado al Centro de Salud Zenón J. Santillán, donde llegó sin vida.
“Hasta esa desgracia tenemos los que vivimos aquí. Por culpa de estos delincuentes no entran las ambulancias. Si lo hubieran atendido a tiempo, quizás se salvaba”, agregó el hombre al mencionado medio.
El caso es investigado por la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos II, a cargo de Pedro León Gallo, quien dirige la instrucción penal. La auxiliar de fiscal, María José Agüero, pidió que se acuse a los detenidos por “homicidio en ocasión de robo” y requirió la prisión preventiva por el plazo de seis meses.
“Hay jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la provincia que avala este planteo. Sostienen que se debe considerar esta calificación cuando una acción de suma violencia genera la muerte de una persona y en este caso corresponde aplicarlo, porque su hijo sufrió un robo agravado y él se descompuso al intentar salir corriendo a pedir ayuda”, señaló.
Asimismo, la funcionaria judicial completó: “Si bien es cierto que aún faltan conocer los resultados de la autopsia, sabemos que la víctima acababa de ser operada del corazón y que falleció de una falla cardíaca generalizada”.
