Este viernes condenaron a prisión perpetua a los dos acusados por el crimen de Gonzalo Calleja (29), el contador que fue brutalmente asesinado en Paraná en julio de 2021. “Se hizo justicia”, le dijo a TN su tía Ximena tras conocer la sentencia.

El juicio comenzó el lunes y la última jornada se realizó hoy, en la cual se escucharon los argumentos y los pedidos de la fiscalía, la querella y las defensas de los imputados.

El jurado popular, compuesto por 12 personas, deliberó durante algunas horas y luego anunció el veredicto unánime de culpabilidad para Francisco Nahuel Giménez (22) y Ezequiel David Morato (27).

Los dos estaban acusados del delito de “homicidio agravado por alevosía” y ahora fueron enviados a la cárcel con prisión preventiva, a la espera de que el fallo quede firme.

Cómo fue el crimen de Gonzalo Calleja

El 14 de julio de 2021 el joven se dirigió con su auto a realizar una transacción de dinero, algo que hacía habitualmente en paralelo con su trabajo de contador. Nunca concretaba intercambios con gente que no conocía, pero el hombre con el que se iba a encontrar era un cliente y nada podía salir mal. Sin embargo, se trató de una emboscada: lo hicieron subirse a un auto y lo ahorcaron sin piedad para robarle.

“Era algo que hacía para ganar unos mangos y siempre con conocidos. Morato ya había hecho intercambios con él y le tendió toda esta trampa. Lo secuestraron, lo mataron y tiraron el cuerpo del otro lado de la ciudad”, dijo a TN días atrás Ximena Mones Ruiz, tía de Gonzalo.

La tarde que desapareció, sus familiares intentaron contactarlo ya que de la nada dejó de responder los mensajes. A partir de ahí, comenzaron a alarmarse porque el tiempo pasaba y no había ningún tipo de respuesta.

Horas más tarde, la Policía de Entre Ríos encontró su auto Ford Fiesta en el lugar donde estaba geolocalizada la última conexión de su celular. En ese momento, comenzó una intensa búsqueda para dar con su paradero.

El jueves por la tarde, al día siguiente de la desaparición, su cuerpo fue hallado debajo de un árbol en un campo de trigo, a unos 8 kilómetros de donde estaba su vehículo.

De acuerdo a la hipótesis que elaboró el Ministerio Público Fiscal, los acusados hicieron subir a Gonzalo a un Fiat Uno, con la excusa de comprarle los dólares. Ahí fue donde lo ahorcaron e idearon el plan para deshacerse del cuerpo.

Ese mismo día y con el dinero que le robaron, tanto Giménez como Morato pagaron unas deudas que tenían. Aunque su estrategia para no ser descubiertos no resultó ser muy ingeniosa y al poco tiempo los detuvieron. Este viernes, 625 días después del crimen, los dos recibieron la pena máxima.