Su pliego había sido impugnado por presuntos vínculos con Fred Machado, el empresario rionegrino deportado a Estados Unidos por una causa de narcotráfico.
En medio de la polémica por su asunción en el Senado, Lorena Villaverde renunció a asumir su banca en la Cámara Alta. Su pliego había vuelto a la comisión de Asuntos Constitucionales luego de haber sido impugnado.
La legisladora libertaria apuesta a quedarse con su lugar en Diputados. Está sospechada de tener vínculos con Fred Machado, el empresario rionegrino deportado a Estados Unidos por presuntos vínculos con el narcotráfico. También por una vieja causa por tráfico de cocaína en Estados Unidos.
Entre los argumentos de su renuncia, Villaverde aseguró: “Es una decisión que nace desde el amor, la responsabilidad y la coherencia: mis hijos están antes que cualquier cargo, porque ninguna ambición política vale más que su bienestar. En estos meses fui víctima de operaciones mediáticas obscenas, maliciosas y profundas, diseñadas para destruir, desgastar y humillar. No fueron discusiones políticas: fue una violencia calculada contra una mujer, una madre y una dirigente que incomoda a la vieja política”. Y remarcó: “Aceptar continuar bajo esas condiciones sería convalidar el daño y poner en riesgo a mi familia. No lo voy a hacer”.

En la misma línea, la legisladora rionegrina señaló: “Sectores del viejo régimen han intentado convertir mi situación personal en una herramienta para frenar las reformas, obstaculizar la conformación del bloque oficialista en el Senado y desgastar al proyecto de cambio”. Y aclaró: “No voy a ser parte de esa maniobra. No me van a usar como pieza para detener el rumbo que millones de argentinos eligieron”.
En tanto, Villaverde continuó: “Quiero dejar algo claro: yo no me involucré en este proyecto por un asiento, ni por una dieta, ni por honores personales. Entré porque creo en la libertad, en el mérito, en el trabajo duro y en su liderazgo. Y precisamente por eso, porque creo en este rumbo como la única salida posible para la Argentina, pongo a su entera disposición mi renuncia a la banca de Senadora por la provincia de Río Negro”.
En su descargo, destacó: “Lo hago con la serenidad de quien sabe quién es, y con la certeza de que ningún cargo vale más que la oportunidad histórica de que la Argentina rompa definitivamente con el fracaso estructural. También lo hago porque sé que dilatar decisiones solo beneficia a quienes quieren ver caer este proceso de transformación. Yo soy libre y voy a defender la libertad, incluso si eso implica dar un paso al costado”.
Por último, sentenció: “No renuncio a mis convicciones. No renuncio a mi compromiso con Río Negro. No renuncio a acompañar este proyecto histórico. Solo renuncio a ser usada como herramienta para dañar al gobierno, a las reformas y al futuro de los argentinos”.














































