El secretario de Trabajo, Julio Cordero, explicó que buscarán recompensar el mérito y el esfuerzo individual, por sobre la generalidad.
El debate sobre el empleo y la informalidad laboral volvió al centro de la escena argentina, impulsado por la necesidad de modernizar un sistema que, según especialistas, no logra generar trabajo genuino ni adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado. En este contexto, el Gobierno ratificó su intención de avanzar en una reforma laboral profunda, que el ministro de Economía anticipó ante empresarios durante el Coloquio de IDEA en Mar del Plata.
Durante la última jornada del encuentro, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, participó de un panel sobre el futuro del empleo y delineó las bases del proyecto oficial. «No hay un solo tema laboral que no sea puesto sobre la mesa para la modernización o reforma laboral«, expresó ante un auditorio compuesto por los principales referentes del sector privado.
Cordero explicó que los convenios colectivos de trabajo requieren una actualización urgente debido a su extensión temporal y a la rigidez que impide adaptarlos a las nuevas formas de empleo. «Se ha pedido que el convenio de empresa tenga prioridad sobre el de actividad. Si el de empresa tiene la prioridad, debe haber modernización», señaló, subrayando la necesidad de otorgar más flexibilidad a los acuerdos individuales y sectoriales.
El funcionario adelantó tres ejes centrales que forman parte de la propuesta que se discute en el Consejo de Mayo: la digitalización de los procesos de registro laboral, la libertad contractual entre empleadores y trabajadores, y la creación de un banco de horas que permita reorganizar las jornadas según la demanda productiva.
Reforma laboral: los aumentos salariales que quiere el Gobierno
Asimismo, Cordero planteó la posibilidad de vincular los aumentos salariales con la productividad, en lugar de atarlos estrictamente a la inflación. «Las negociaciones hasta ahora fueron las de un país que ya pasó, corriendo detrás de los precios para sostener el salario. Con la inflación a la baja, el salario debe crecer de manera dinámica», argumentó el miembro del Gobierno.
El secretario consideró que el nuevo esquema debe recompensar el mérito y el esfuerzo individual. «El trabajador que trabaja más tiene que ganar más», afirmó, en línea con la visión del Gobierno de promover incentivos vinculados al rendimiento y la eficiencia. El mensaje de Cordero se complementó con la idea de que la reforma laboral debe ser integral y sostenida en el tiempo, incorporando la tecnología, la formalización del empleo y la competitividad empresarial como pilares de un nuevo modelo de desarrollo. «Hay que encontrar un punto medio que beneficie tanto al trabajador como a la empresa, sin perder el foco en la generación de empleo formal», concluyó el funcionario.
