En medio de un clima de paliza, el presidente se trasladó con su hermana a un salón de fiestas en Gonnet sin militantes y sólo con la presencia de periodistas.
Karina Milei obligó a su hermano Javier a trasladarse a un búnker vacío en las afueras de La Plata para sentirse respaldada en medio del clima de derrota histórica que vive el gobierno tras la paliza que recibió en las urnas.
El presidente se movilizó en auto desde Olivos hasta Gonnet, en donde lo esperaba el búnker libertario montado en el salón de fiestas Vonharv. Llegó acompañado por su hermana y su papá.
Lo que lo espera está lejos de ser una fiesta: los datos oficiales dan una derrota por 14 puntos, una diferencia superior a la que esperaban hasta en el peronismo. En el búnker no había militancia ni una presencia del gabinete en pleno.
La hermana del presidente fue la encargada de nacionalizar una elección de legisladores y concejales y la derrota cae directamente en sus hombros. La presencia de Milei rompe todos los manuales de la política, ya que el primer mandatario se suele movilizar una vez que el búnker está repleto de militantes y luego de que se conocen los resultados.
Karina busca el apoyo de su hermano al interior del gobierno: es que en estas elecciones desplazó a Las Fuerzas del Cielo de Santiago Caputo, que ahora buscarán aprovechar el momento de debilidad de ella y de Sebastián Pareja, su armador bonaerense.
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