Mientras el Insssep, bajo la gestión de Leandro Zdero, insiste en señalar los errores de administraciones pasadas, nuevos casos de abandono a pacientes chaqueños en Buenos Aires exponen las falencias actuales del organismo.
La obra social, que se promociona como “modernizada”, vuelve a incumplir con los más vulnerables: trasplantados y enfermos oncológicos siguen varados en la capital sin atención médica ni respuestas.
El último caso revelado involucra a una mujer que viajó desde el Chaco para el seguimiento psicológico de su hijo, un niño operado de cáncer.
En el Hospital Italiano solo le realizaron dos estudios antes de cortar la atención, dejándola en un limbo sanitario y económico. Para colmo, el hotel donde se aloja le exige firmar documentos bajo presión, mientras el Insssep no brinda soluciones.
El caso, difundido a través de mensajes privados y un flyer del gremio del INSSSEP, refleja la crítica situación que enfrentan pacientes trasplantados y oncológicos del Chaco en Buenos Aires. Familias enteras quedan atrapadas sin recursos, lejos de su provincia, mientras el sistema de salud colapsa en plena crisis hospitalaria.
La ironía es cruda: el mismo día que la presidenta del organismo, Irene Dumrauf, volvió a criticar a la gestión anterior en conferencia de prensa, se supo de este nuevo abandono. El patrón se repite: denuncias contra el pasado como cortina de humo para esconder el desastre presente.
Mientras tanto, familias enteras sobreviven gracias a la solidaridad de gremios y vecinos. El flyer del propio personal del Insssep alertando sobre estos casos confirma que, más allá del “circo mediático”, la emergencia sigue vigente. La pregunta que subyace: ¿cuándo los funcionarios de Zdero asumirán la responsabilidad por el presente que sí pueden controlar?
ESCHACO