Cuando le preguntaron en una radio porteña sobre la visita del presidente a la inauguración del mega-templo del pastor Ledesma, Jorge Capitanich fustigó a Milei y a Leandro Zdero, pero eligió la perspectiva geopolítica para no meterse a título personal con el líder religioso.
El exgobernador entrevió “una estrategia de construcción de poder con base espiritual y valores conservadores, similar a modelos impulsados desde Estados Unidos” (la Iglesia Cristiana Internacional fue fundada en 2006 por Kip McKean en Portland), y se desentendió de las polémicas sobre el multimillonario propietario del “Portal del Cielo”.
No cuestionó ni el origen de los fondos privados de la faraónica obra (también los hubo públicos para garantizar la infraestructura de servicios circundantes en el barrio, pero la inversión privada se realizó “sin tomar deuda”), ni el hecho de que se edificara en la provincia más pobre del país.
Posiblemente Capitanich aprecie a Ledesma, con quien comulga vagamente en el territorio de la fe
. En 2017, cuando era jefe comunal y el templo diseñado para albergar a 15 mil personas estaba en construcción, destacó la “profunda vocación de servicio” del pastor, y en 2019 se animó a pronunciar una sentida oración en su templo frente a una feligresía perpleja.
Zdero, por otra parte, no quiere líos con Ledesma, doctorado en Capellanía y en Teología por la CELA International University. Ya bastante tiene con el recuerdo de la denuncia penal que el dirigente radical y extitular del INADI Chaco, Javier Dumrauf, les hizo en 2020 a Capitanich, al pastor y al intendente Gustavo Martínez por violar la cuarentena por Covid-19 y celebrar el día de Pentecostés ante miles de fieles.
A diferencia de Capitanich, Zdero comulga con Ledesma en lo ideológico. En 2021, el hijo del pastor, Guillermo, fue precandidato a diputado por “Juntos por Chaco – Evolución”, fórmula encabezada por el actual jefe de Policía de la provincia, Fernando Romero. “Hoy oré por mi hijo Guille Ledesma junto con toda la congregación porque en el día de hoy oficialmente es enviado como misionero al campo de la política”, salmodió en Facebook el pícaro titular del templo evangélico más grande de la Argentina.
De más está decir que la mesa judicial del ‘Pato’ Gómez, que arremetió contra toda la alta plana de dirigentes piqueteros y sus nexos institucionales, jamás se metió con el próspero negocio de Ledesma, que floreció al calor de dieciséis años de gobiernos peronistas y lo sigue haciendo con Zdero.
En todo caso, la presencia durante la inauguración del templo del “apóstol” y telepredicador Guillermo Maldonado, líder galáctico de la Iglesia Cristiana Internacional con sede en Miami, le da la razón a Capitanich: sus estrechos vínculos con el Partido Republicano de Florida son profundos.
Como pastor principal de la megaiglesia El Rey Jesús, en innumerables ocasiones fue el anfitrión de Toufik Benedictus Hinn (‘Benny’), otro telepredicador cuya esposa, Paula Michelle White-Cain, es asesora espiritual de Donald Trump desde 2002 y está a cargo de la Oficina de Fe de la Casa Blanca. Lo que se dice una auténtica “Invasión del Amor de Dios”.
