La avalancha de novedades en Aston Martin no tiene fin. Después de renovar prácticamente toda su gama el año pasado, ahora da el siguiente paso poniendo el foco en la rentabilidad, al estilo de Porsche, a través de las variantes S más potentes. Todo comenzó a finales de abril con el DBX S, y ahora es el turno del Vantage, el rival del 911.
No se trata de imitar al propio 911 con sus casi 30 variantes diferentes, pero sí quieren ofrecer a los clientes nuevas alternativas con más frecuencia que antes. En el mejor de los casos, la nueva variante del Vantage debería despertar aún más deseos. Y aunque el modelo estándar ya genera altas dosis de adrenalina, este objetivo probablemente se ha alcanzado con el nuevo Vantage S.
No en vano, la potencia del bloque V8 biturbo de 4 litros, originalmente de Mercedes-AMG, aumenta en el S a 680 CV, 15 más, mientras que el par máximo se mantiene en 800 Nm. Como también se ha mejorado el Launch Control, el tiempo de 0 a 100 km/h se reduce en una décima, quedándose en 3,4 segundos.
La marca de 200 km/h se alcanza en 10,1 segundos. La velocidad máxima sigue siendo de 325 km/h. El fabricante británico también promete un pedal del acelerador más sensible y mejor calibrado para optimizar la conducción deportiva.
Según Aston Martin, el Vantage S también se beneficia de “cambios detallados en la suspensión, los soportes del tren motriz y el software de control”, lo que debería proporcionar más agilidad y estabilidad. Hasta ahora, la sensación al volante del Vantage es más bien espectacular y, en el mejor sentido, salvaje. En el S podría ser algo más serio.
Los ingenieros querían, entre otras cosas, más agarre, sensación y capacidad de respuesta en el eje delantero. Para ello, han realizado cambios tanto en los amortiguadores adaptativos Bilstein-DTX.
Además, se ha reducido la rigidez de los amortiguadores traseros para optimizar la calidad de conducción a bajas velocidades. Otra medida en este ámbito es la reducción del 10% en la rigidez del soporte de la transmisión.
Por otro lado, la eliminación de los bujes de goma y la fijación directa del subchasis trasero a la carrocería deberían proporcionar una mejor estabilidad en línea recta. Además, se han revisado los ajustes de caída, avance y convergencia de la suspensión para optimizar el agarre en el eje delantero y la respuesta general del automóvil.
Podrás reconocer un Vantage S por las nuevas salidas de aire del capó, que están diseñadas para expulsar más eficazmente el aire caliente del motor V8. Además, los pasos de rueda delanteros están adornados con una ‘S’ forjada y rellena de esmalte de vidrio rojo. Las llantas de 21 pulgadas en Satin Black con gráficos rojos son verdaderamente atractivas, a lo que hay que sumar las pinzas de freno en color bronce.
El lujo también se manifiesta en los logotipos ‘S’ bordados en el reposacabezas de los asientos, que requieren casi 2.500 puntadas individuales y más de 16 metros de hilo. Un paquete interior opcional ofrece el botón giratorio del modo de conducción en rojo o plata.