El gobierno provincial del Chaco confirmó que no otorgará asueto administrativo los días 24 y 31 de diciembre, una decisión que deja al gobernador Leandro Zdero a contramano del Gobierno nacional, del Poder Judicial chaqueño y del Municipio de Resistencia, que sí resolvieron liberar esas jornadas para su personal.
Mientras empleados nacionales, municipales y judiciales podrán organizar el cierre del año y las fiestas en familia 🎁🍽️, los trabajadores provinciales deberán cumplir con actividad normal, generando un escenario desordenado y desigual dentro del propio Estado chaqueño.
La medida llamó la atención por romper con una práctica histórica de la administración pública argentina, donde los asuetos de fin de año funcionan como un gesto mínimo de alivio laboral y de orden administrativo. En este caso, además, no hubo decreto explicativo ni fundamentos oficiales claros, lo que abrió la puerta a lecturas políticas sobre una decisión más simbólica que funcional.
En los hechos, la falta de un criterio unificado impactará también en la ciudadanía 🏛️➡️🚪, que deberá circular entre oficinas abiertas y cerradas según la jurisdicción, profundizando la sensación de descoordinación institucional.
Mientras Nación, la Justicia y el Municipio justificaron el asueto en razones organizativas y de cierre del año administrativo, la Provincia eligió marcar distancia, incluso en una decisión sencilla que afecta directamente a miles de trabajadores.
Una vez más, el Chaco muestra que ni siquiera en gestos administrativos básicos hay articulación entre los distintos niveles del Estado.















































