La sífilis volvió a ocupar un lugar central en la agenda sanitaria nacional luego de que el sistema de vigilancia confirmara un aumento del 20,5 % respecto del año pasado. Los casos notificados ascendieron a 36.702 solo en 2025 y el mayor impacto se observa en la población joven, especialmente entre 15 y 39 años, franja que concentra el 76 % de las infecciones. En este contexto, el doctor Ernesto Illiovich analizó la situación en diálogo con N9, donde sostuvo que se trata de un fenómeno que crece “en forma logarítmica” y que afecta a todo el país, incluidos Catamarca, Córdoba y Chaco, provincias que registran las tasas más elevadas en embarazadas.
Durante la entrevista, el especialista remarcó que la enfermedad nunca desapareció y que su avance responde a un relajamiento general en los cuidados. “La sífilis nunca dejó de estar”, afirmó, para luego detallar que el contagio se produce “teniendo relaciones sexuales sin preservativo” con una persona infectada. Este mecanismo de transmisión, sumado a la falta de controles regulares y a una menor percepción de riesgo entre adolescentes y adultos jóvenes, impulsó el incremento sostenido de los últimos años.
Illiovich alertó especialmente sobre la situación de las mujeres gestantes, ya que la infección puede derivar en complicaciones graves para el bebé. Explicó que el contagio se da a través de la sangre y atraviesa la placenta, lo que puede generar abortos, partos prematuros o malformaciones. “Las más propensas son las embarazadas”, señaló, y advirtió que muchas veces el problema comienza porque se estudia a la mujer, pero no a su pareja. También subrayó que la lesión inicial, el conocido chancro, “es indolora”, lo que hace que muchas personas no detecten a tiempo la infección.
Consultado sobre los síntomas y la progresión de la enfermedad, el médico sostuvo que las primeras señales aparecen como una pequeña úlcera que puede estar en los genitales, la boca o la zona perirrectal. “Las lesiones pueden durar entre dos o tres semanas”, explicó, y agregó que luego desaparecen, dando paso a un período sin manifestaciones visibles que puede extenderse por años. En esa etapa silenciosa la enfermedad continúa avanzando y, de no tratarse, puede comprometer el sistema nervioso central, el corazón y otros órganos vitales.
Respecto del diagnóstico y el tratamiento, el especialista recordó que se detecta mediante un simple análisis de sangre y que la cura es accesible. “El diagnóstico se sabe con un análisis de sangre”, afirmó, al tiempo que destacó que el tratamiento se basa en penicilina, una medicación eficaz que permite frenar la bacteria si se administra a tiempo. Sin embargo, lamentó que persista el tabú de consultar ante una lesión o un síntoma relacionado con la sexualidad, lo que retrasa la atención.
Al cierre de la entrevista, Illiovich llamó a reforzar la educación sexual y la responsabilidad social, tanto en las familias como en las escuelas. Señaló que muchos adolescentes no utilizan preservativo y que los adultos no siempre cuentan con herramientas para orientar sobre prevención. “Estamos viendo un resurgimiento de las enfermedades de transmisión sexual”, advirtió, y pidió impulsar campañas claras que fomenten el uso del profiláctico en todas las relaciones sexuales. “Estamos teniendo un problema serio de sífilis”, concluyó, insistiendo en la urgencia de cortar la cadena de contagios.













































