Si seguís estos simples consejos, vas a poder disfrutar siempre de una taza de café con el aroma intenso y el sabor fresco que tanto te gusta.
Si sos amante del café, probablemente cuidás cada detalle para disfrutar de su aroma y sabor. Pero hay un error muy común que muchos cometen sin saberlo y que puede arruinar completamente su calidad: guardar el café en la heladera o el freezer. Aunque parezca una buena idea, esta práctica afecta su frescura y altera su sabor original.
El peor lugar para guardar el café
Mucha gente cree que mantener el café en la heladera o el freezer ayuda a conservarlo mejor y por más tiempo. Sin embargo, pasa todo lo contrario. El café —en grano o molido— es muy poroso y absorbe la humedad y los olores del ambiente. Por eso, si lo guardás junto a otros alimentos, puede impregnarse con sus aromas (como los del queso, la cebolla o el fiambre) y perder su sabor auténtico.
Además, los cambios de temperatura que se generan cada vez que lo sacás y volvés a guardar provocan condensación, lo que acelera la oxidación del grano y deteriora su calidad. El resultado es un café con menos aroma y un gusto más amargo o apagado.
La mejor forma de conservar el café
Para que el café mantenga su sabor y aroma por más tiempo, la clave está en cómo lo almacenás. Tomá nota de estos consejos:
- Usá un recipiente hermético, de vidrio oscuro o metal, que cierre bien.
- Guardalo en un lugar seco, oscuro y fresco, lejos de la luz solar, el vapor o el calor de la cocina.
- Evitá dejarlo abierto o mal cerrado, porque el aire es el principal enemigo del café.
- Si comprás café en grano, molelo justo antes de prepararlo: una vez molido, pierde rápidamente su frescura.

Un tip extra
Si comprás café en cantidad, dividilo en porciones más pequeñas y guardá solo una para el uso diario. Así evitás abrir y cerrar todo el paquete constantemente, reduciendo la exposición al aire y la humedad.
















































