El juez que investiga la desaparición de Luciana Muñoz confirmó la elevación a juicio contra el único imputado. “Por más debate que haya, lo importante es encontrarla”, reclamó la familia en diálogo con TN.
A más de un año de la desaparición de Luciana Muñoz Aguerre en Neuquén, la Justicia decidió elevar a juicio por falso testimonio la causa contra su ex pareja, Maximiliano Avilez, el único imputado hasta el momento.
La resolución fue firmada por el juez Luis Giorgetti, después de una audiencia en la que estuvo presente la madre de la víctima, Lila Aguerre, junto al abogado de la familia, Alfredo Cury. Sin embargo, lejos de traer alivio, la noticia volvió a despertar la indignación de los familiares, especialmente de la abuela de Muñoz.
“Por más juicio que tengamos, acá lo importante es encontrar a mi nieta”, aseguró la mujer a TN. “Parece que se olvidaron de que ella todavía no aparece. Quiero que alguien me diga qué pasó”, reclamó.
La abuela fue una de las primeras en denunciar la desaparición. Aquel día, Muñoz le avisó que saldría un rato y que volvería enseguida. La joven había ido a visitar a un amigo, según le dijo a la mujer, pero nunca volvió. Durante meses hubo rastrillajes en distintas zonas de Neuquén, pero todos los resultados dieron negativo.
El fiscal Andrés Azar primero ordenó la detención del amigo, Isaías Catalán, que estuvo demorado y luego fue liberado por falta de pruebas. Después, se puso el foco en Avilez, el exnovio.
Durante la última audiencia, el juez Giorgetti confirmó que Avilez enfrentará un juicio por un único hecho de falso testimonio, aunque antes estaba acusado por dos.
Según explicó el abogado Cury, el magistrado entendió que en el segundo caso no se respetaron las garantías del derecho de defensa, porque ya se lo consideraba sospechoso y no contaba con abogado.

La defensa de Avilez, encabezada por la abogada Sol Pérez de León, había pedido el sobreseimiento del imputado al argumentar que los plazos de investigación estaban vencidos. Sin embargo, Azar, de la Fiscalía de Homicidios y Delitos contra las Personas, se opuso y sostuvo que las declaraciones se tomaron dentro de los plazos legales.
El juez coincidió con la postura del fiscal y rechazó el planteo de la defensa, aunque declaró nulo el segundo interrogatorio. En los fundamentos, remarcó que no existió vencimiento de plazos procesales, por lo que la causa podrá avanzar hacia el debate oral.
“Es una decisión limitada, pero que permite seguir investigando”, indicó Cury. “La prioridad de la familia no pasa por un falso testimonio, porque es un delito de pena baja, pero sí por todo lo que pueda ayudar a reconstruir lo que ocurrió ese día. Cada paso que acerque a la verdad, por más pequeño que sea, lo valoramos”, detalló.
Las contradicciones que lo llevan a juicio
Desde el inicio, la investigación estuvo marcada por contradicciones. Avilez declaró que no salió de su casa el día de la desaparición, pero los registros de su teléfono lo ubican fuera del domicilio durante la madrugada del 13 de julio. En su casa también encontraron manchas de sangre, que todavía son analizadas, aunque los primeros peritajes arrojaron compatibilidades con un perfil femenino.
Los fiscales sostienen que Avilez mintió de manera reiterada para desviar la investigación. “Él mismo ofreció su celular para que lo revisaran, convencido de que lo iba a salvar. Pero los registros lo desmintieron”, detalló una fuente judicial.

El acusado afirmó que aquella noche se había encontrado con Muñoz y habían consumido drogas y alcohol, pero aseguró que se retiró de su casa alrededor de las siete de la mañana “por motivos laborales”. Nunca volvió a verla, aseguró.
La última imagen de la joven fue grabada por una cámara de seguridad en la esquina de 8 de diciembre y 1 de enero, en Neuquén capital. En el video se la ve caminando sola y desorientada, con una campera negra larga, jeans nevados y zapatillas oscuras. Sin embargo, esa ropa no coincide con la que llevaba puesta cuando salió de su casa, lo que generó nuevas sospechas.
Un año y cuatro meses sin Luciana
Desde hace más de un año, familiares y allegados de la joven organizan marchas, se suman a los rastrillajes y hacen campañas en redes sociales para mantener viva la búsqueda. También recorren barrios y zonas rurales de la provincia, acompañados por organizaciones sociales y voluntarios.
“Las pibas no se pierden, las desaparecen. No confiamos en la Justicia ni en este gobierno. Solo confiamos en nuestra organización y en la movilización popular. Basta de violentar a las mujeres”, expresaron en un comunicado desde la Asamblea por la desaparición de Luciana Muñoz.
Muñoz tenía 23 años, medía 1,50 metros, era de tez trigueña, tenía cabello rubio, ojos marrones y contextura delgada. Vivía con su abuela en Neuquén capital y trabajaba en un comercio del centro.
Desde el Ministerio Público Fiscal reiteraron que la causa sigue abierta y que todas las líneas de investigación permanecen activas. “Es un caso complejo, pero no cerrado”, aclaró una fuente cercana a la fiscalía.
Mientras tanto, su familia pide ayuda para difundir su imagen. Cualquier información sobre su paradero puede comunicarse al Ministerio Público Fiscal de Neuquén, al Departamento de Seguridad Personal de la Policía o al teléfono 4422821.
