El comisario Daniel Melchiori fue imputado por apremios ilegales, privación ilegítima de la libertad y falsedad ideológica, tras un operativo en Taco Pozo contra médicos solidarios. Se abstuvo de declarar ante la Fiscalía de Derechos Humanos y seguirá en libertad bajo condiciones. Previamente, un juez de Sáenz Peña lo apartó de sus funciones en toda la región de El Impenetrable y ordenó medidas de protección para la Asociación “Todo por Todos”.
El comisario Daniel Melchiori se abstuvo de declarar este jueves en el marco de la causa por apremios ilegales agravados, privación ilegítima de la libertad y falsedad ideológica que lleva adelante la fiscalía Adjunta de Derechos Humanos de Sáenz Peña. Melchiori está acusado de liderar un operativo que terminó con agresiones y detenciones arbitrarias a médicos cordobeses que realizaban tareas solidarias en Taco Pozo.
Durante la audiencia, que se llevó a cabo a las 8, con custodia de la Policía Federal especialmente solicitada para este procedimiento, la fiscal, Silvia Slusar, le notificó formalmente los cargos. Según la imputación, el 17 de agosto a las 6.45, Melchiori detuvo su Toyota Corolla para interceptar una camioneta Volkswagen Amarok conducida por Exequiel Margonari, chofer de la Asociación Civil “Todo por Todos”.
El comisario lo agredió con varios golpes de puño a través de la ventanilla, causándole lesiones leves. El hecho fue presenciado por policías de la comisaría de Taco Pozo, que habían llegado al lugar en un móvil oficial.
Poco después, integrantes de la asociación se presentaron en la comisaría para exigir explicaciones. Allí, Melchiori ordenó a la cabo primero Nadia Serrano detener sin causa a la médica María Candelaria García Nebbia, quien permaneció privada de su libertad durante una hora en la oficina de oficiales.
La fiscalía también lo acusa de falsedad ideológica, ya que en un informe policial afirmó haber consultado a la jueza de Paz de Taco Pozo, Silvia Arias, para dejar en libertad a Margonari y García Nebbia tras notificarlos de supuestas infracciones. La investigación comprobó que esa comunicación nunca ocurrió.
Melchiori, asistido por su defensor Sebastián Quintana, optó por abstenerse de declarar. Si bien continuará en libertad, deberá cumplir medidas restrictivas, entre ellas la prohibición de realizar comentarios o publicaciones sobre la causa en medios de comunicación o redes sociales.
Al igual que el comisario, el sargento primero Mario Algañaraz, el sargento Juan Vizgarra y los cabos primero Ramón Rojas y Nadia Serrano también se abstuvieron de declarar y quedaron imputados.
“Dictadorzuelo”
Cabe recordar que en paralelo a la causa penal, los profesionales de la salud presentaron un hábeas corpus para frenar el abuso de autoridad del comisario en la zona. El juez de la Cámara Primera en lo Criminal de Sáenz Peña, Rodolfo Lineras, hizo lugar al pedido y prohibió a Melchiori ejercer funciones en cualquier comisaría de los departamentos Almirante Brown, General Güemes y Maipú —que integran la región de El Impenetrable—. También ordenó medidas de protección para garantizar la continuidad del trabajo de la Asociación.
Como parte de la resolución, el magistrado dispuso que la Municipalidad de Taco Pozo realice un acto público de disculpas con la participación de autoridades provinciales y de la comunidad, y que la Jefatura de Policía implemente un curso obligatorio de Derechos Humanos y Garantías para todo el personal de la comisaría en un plazo máximo de 60 días.
El juez subrayó que el accionar de Melchiori y su personal no fue un hecho aislado, sino parte de un patrón de violencia sistemática en la localidad. “Melchiori no tenía ningún motivo legal para proceder en la forma abusiva en que lo hizo, puesto que carecía de una orden de detención emanada de autoridad judicial competente y no mediaba ninguna hipótesis de flagrancia”, remarcó.
Lineras advirtió que las prácticas policiales de Taco Pozo constituyen “un serio peligro para el Estado de Derecho, la democracia y los derechos humanos”, y agregó: “No voy a dejar pasar la oportunidad para advertir sobre los peligros que pueden entrañar los experimentos autoritarios, encarnados en dictadorzuelos, que con el pretexto de llevar seguridad a la ciudadanía terminan avasallando sin miramientos sus derechos y libertades”.
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