Luego del allanamiento en una casa de Mar del Plata, la Policía no pudo dar con la pintura. La búsqueda continúa.
La obra de arte había estado desaparecida durante 80 años hasta que unos periodistas neerlandeses la descubrieron en un anuncio inmobiliario de Mar del Plata. ¿Dónde está “Retrato de una dama”, una obra del siglo XVII del pintor italiano Giuseppe Ghislandi que fue saqueada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial?
Durante un breve momento esta semana, la respuesta a esa pregunta de 80 años de antigüedad parecía clara: en el salón de una ciudad costera de Argentina.
La investigación fue realizada por un equipo del periódico neerlandés Algemeen Dagblad. Los periodistas encontraron el cuadro mientras navegaban por avisos de un sitio de ofertas inmobiliarias, entre los que la pintura se veía colgado sobre un sofá verde en una sala de estar. El anuncio ha sido retirado desde entonces.
La casa pertenecía a una de las hijas de Friedrich Kadgien, un alto funcionario nazi que robó el cuadro.
La pintura, que pertenecía a Jacques Goudstikker, un conocido comerciante de arte judío-neerlandés, figuraba desde hacía tiempo en las listas internacionales de obras desaparecidas.

El martes, los fiscales locales entraron en la casa de Mar del Plata mientras Patricia Kadgien, una de las hijas de Kadgien, se encontraba en ella.
Pero el cuadro no estaba allí, dijo Carlos Martínez, fiscal federal encargado de la investigación.
En el proceso, se incautaron algunas carpetas de la casa, así como grabados que, según creen, datan de la década de 1940. Podría haber otros objetos robados en la casa, dijo Martínez.
Goudstikker tenía un pequeño cuaderno negro en el que catalogaba su inventario de unas 1400 obras de arte. Se lo llevó consigo cuando huyó de Países Bajos, ocupado por los nazis en 1940, con su esposa y su hijo, en un buque de carga con destino a Inglaterra.
Goudstikker murió en un accidente en el barco. Pero su viuda guardó el cuaderno, que desde entonces ha servido como prueba clave en una batalla legal para recuperar las obras de arte que fueron sustraídas a su familia.
Los nazis saquearon las obras de arte de Goudstikker mediante la venta forzosa de su galería a Hermann Göring, uno de los miembros más poderosos del partido nazi, y a su banquero, Alois Miedl.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Kadgien, asesor financiero de Göring, abandonó Alemania y se trasladó a Suiza. Desde allí, en un viaje envuelto en misterio, logró salir de Europa y establecerse en la Argentina.
“La gran pregunta que nos hacemos”, dijo Cyril Rosman, uno de los periodistas que encontró el cuadro, “es qué saben las hijas sobre este cuadro, ¿conocen su historia?, ¿por qué le darían al cuadro un lugar tan destacado si saben que fue saqueado?”.

Rosman dijo que había estado investigando el pasado de Kadgien cuando su colega en la Argentina se enteró de la venta. No fue posible contactar de inmediato con las hijas de Kadgien.
El hallazgo de esta semana entusiasmó a los expertos en arte, a los historiadores y a los herederos de Goudstikker. Yael Weitz, la abogada de los herederos, dijo el miércoles que había presentado una demanda legal en nombre de la familia para recuperar el cuadro.
“Lo primero que pensé fue que seguro que hay muchas obras como esta en todo el mundo”, dijo Charlène von Saher, nieta de Goudstikker, en una entrevista el martes. “Estas obras han sobrevivido ya cientos de años y pueden sobrevivir otros cientos más sin ser devueltas a sus legítimos propietarios”.
Antes de aparecer en la página web inmobiliaria, el cuadro no se había visto en imágenes en color, sino solo en una antigua fotografía en blanco y negro.
“En los 20 años que llevamos haciendo este trabajo, nunca habíamos vivido algo así, que apareciera un cuadro de esta manera”, dijo Perry Schrier, investigador de la Agencia del Patrimonio Cultural de Países Bajos, una organización gubernamental.
Tras el hallazgo, Annelies Kool, otra investigadora de la agencia, dijo que se sintió inspirada a seguir buscando en internet por si las fotos publicadas por las hermanas revelaban alguna otra obra de arte desaparecida, y descubrió que sí.
A través de una búsqueda en Facebook entre algunas “instantáneas familiares”, Kool dijo haber encontrado lo que cree que es otra pintura del siglo XVII que llevaba desaparecida desde la Segunda Guerra Mundial.
Se trata de un bodegón del pintor Abraham Mignon que también había sido sustraído por Kadgien. Sin embargo, esa pintura no pertenece a Goudstikker.
Es probable que ambas obras de arte hayan permanecido en la familia desde la final de la Segunda Guerra Mundial, dijo Kool.
