Aunque 4 de cada 10 personas en la Argentina tuvieron contacto personal o familiar con la enfermedad, apenas el 29% asegura sentirse bien informado sobre ella.
El dengue, una enfermedad transmitida por mosquitos, representa un riesgo latente en muchas comunidades. La falta de información precisa y la despreocupación pueden aumentar la vulnerabilidad ante esta enfermedad. Es crucial comprender sus síntomas y buscar atención médica de inmediato para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.
En el Día Internacional contra el Dengue, se conocieron los resultados de una encuesta nacional llevada a cabo por SC Johnson. El estudio mostró que los jóvenes de 18 a 24 años son quienes menos saben: solo el 12% conoce algo más que el nombre de la enfermedad.
Una amenaza en crecimiento
Los datos epidemiológicos subrayan la urgencia de reforzar la información y la prevención. Entre enero y abril de 2024 se notificaron 147.968 casos positivos de dengue en el país y, en el período 2024-2025, se registraron más de 17.000 casos. El mosquito Aedes aegypti, transmisor no solo del dengue, sino también del Zika y la chikungunya, sigue expandiéndose en zonas urbanas, lo que hace que la vigilancia y las prácticas de cuidado sean imprescindibles.

El informe reveló una contradicción: gran parte de la población tuvo contacto directo con la enfermedad, pero los niveles de conocimiento siguen siendo bajos. Menos del 10% de los encuestados dijo saber en profundidad sobre dengue u otras enfermedades transmitidas por mosquitos. En cambio, el grupo entre 25 y 44 años mostró un mayor nivel de información, aunque insuficiente para frenar la propagación.
Prevención: hábitos y barreras
El repelente aparece como la medida de prevención más conocida (92%). Sin embargo, su uso no suele formar parte de la rutina diaria: la mayoría lo aplica en situaciones puntuales, como viajes (52%), salidas nocturnas (41%) o visitas a zonas rurales (40%). Entre los jóvenes de 18 a 24 años, un 9% confesó no usar nunca repelente, mientras que apenas un tercio de la población lo incluye en sus hábitos cotidianos.
Además, la encuesta mostró que persisten barreras para su incorporación, como el rechazo a ciertas texturas, olores o la percepción de incomodidad. En paralelo, prácticas clave como eliminar el agua estancada, usar ropa adecuada o evitar actividades al aire libre en los horarios de mayor actividad del mosquito (amanecer y atardecer) no siempre son tenidas en cuenta.
Consejos clave para reducir riesgos
Entre las principales medidas recomendadas para prevenir el dengue y otras enfermedades transmitidas por mosquitos se destacan:
- Eliminar el agua estancada, donde los mosquitos se reproducen.
- Evitar actividades al aire libre en horarios críticos, como el amanecer y el atardecer.
- Aplicar repelente correctamente, sobre la piel y la ropa, y reaplicar tras transpirar o bañarse.
- Elegir ropa adecuada, preferentemente de colores claros y de manga larga.
- Evitar perfumes intensos que atraen a los insectos.
Los especialistas remarcan que la prevención debe formar parte de la rutina diaria, especialmente en los meses previos a la temporada de mayor circulación del mosquito.
