Ocurrió en calle Vedia, en pleno centro. Debieron intervenir la jueza de Faltas, la Guardia Comunitaria y la Policía.
Un episodio inusual se vivió el domingo por la mañana en pleno centro de Resistencia, cuando un hombre de 55 años se negó a colaborar con un control de alcoholemia y permaneció encerrado en su vehículo durante más de tres horas. La situación obligó a un despliegue policial y judicial en la vía pública que sorprendió a vecinos y transeúntes.
Todo comenzó alrededor de las 5 de la mañana, cuando agentes municipales de Tránsito detuvieron la marcha de un Volkswagen Vento gris en la calle Vedia. Tras realizarle una prueba de campo, se detectó presencia de alcohol en el conductor, por lo que se le solicitó realizar un test más preciso. Lejos de colaborar, el hombre se negó de forma rotunda, adoptando una postura hostil.
Al no poder avanzar con el procedimiento, fue convocada la jueza de Faltas municipal de turno, quien intentó persuadirlo para que accediera al control. Sin embargo, el conductor permaneció atrincherado en el interior del vehículo, negándose a bajar. La situación motivó el refuerzo del operativo con la participación de personal policial y de la Guardia Comunitaria.
Finalmente, pasadas las 8:30, el hombre abandonó el auto por voluntad propia y el rodado fue secuestrado. El episodio volvió a poner en discusión las limitaciones del marco legal ante la negativa a realizar controles de alcoholemia y la necesidad de contar con herramientas eficaces para intervenir en este tipo de casos.
