El presidente Rodrigo Paz señaló que el país atraviesa un proceso de “recuperación” y ponderó la aprobación de recursos provenientes de organismos internacionales para reactivar la economía
El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, promulgó las leyes que autorizan tres créditos internacionales que fueron aprobados en la Asamblea Legislativa Plurinacional por un monto total de 680 millones de dólares.
“Bolivia atraviesa un proceso de recuperación y la estamos sanando a través de una reactivación económica real”, sostuvo el jefe de Estado y agradeció a los legisladores por aprobar los proyectos.
El primer crédito es del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para un proyecto de parque lineal entre las ciudades de La Paz y El Alto. “Esto va a significar turismo, va a significar comunicación entre las dos ciudades, pero va a significar también un cambio mental estructural de cómo fluye la economía en esta ciudad”, afirmó Paz.
El segundo crédito es de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) por 100 millones de dólares de libre disponibilidad, como reposición de los gastos públicos durante la pandemia de Covid-19. El presidente señaló que esos recursos serán invertidos en salud, educación y “una serie de necesidades que hay en el país”.

El tercero es de 550 millones de dólares y es parte del paquete de 3.100 millones de dólares ofrecidos por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe – CAF que, a decir del mandatario, “se transformarán en carreteras, infraestructura y empleos dignos”. Este crédito es el primero gestionado por el presidente Paz tras ganar el balotaje del 19 de octubre.
“Bolivia está enferma, esto es para sanar Bolivia, la reactivación económica. Sé que al principio no es fácil, cuando vas al doctor, estás complicado, el doctor te da la medicina, te curas, pero no es fácil al principio. Duele, sí, pero estamos saliendo adelante”, afirmó el jefe de Estado en un video publicado en sus redes sociales.
La aprobación de los créditos había generado incertidumbre luego de que el vicepresidente Edmand Lara condicionara su validación en el Parlamento a que el Ejecutivo explique “técnicamente” cómo se iban a utilizar los recursos. “No estamos rechazando la aprobación de créditos, lo que nosotros queremos es que nos expliquen técnicamente cuál va a ser el destino, para qué van a ser utilizados y cuál es la capacidad de endeudamiento del país”, afirmó el 8 de diciembre.
En los últimos años, los créditos de financiamiento internacional adquirieron relevancia en el debate público boliviano debido al contexto de crisis económica que atraviesa el país.
La discusión se intensificó debido a que los préstamos requieren aprobación legislativa y suelen enfrentar posiciones divergentes, lo que retrasa su tratamiento y genera incertidumbre sobre la disponibilidad inmediata de los recursos. Mientras algunos defienden estos créditos como un mecanismo para evitar el deterioro económico, otros sectores advierten los riesgos de aumentar las obligaciones externas del país sin un plan estructural de fortalecimiento fiscal.
En ese contexto, durante la campaña electoral el tema de los préstamos internacionales fue parte medular de la agenda pública. Inicialmente Paz se inclinaba por no solicitar más créditos que los pendientes de la administración de Luis Arce para evitar el endeudamiento del país bajo la consigna de que “cuando la plata no se roba, alcanza”.
Sin embargo, tras su victoria en el balotaje realizó un viaje a Estados Unidos donde se reunió con organismos financieros en búsqueda de créditos que le permitan arrancar la gestión con liquidez. Según informó el ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, el país está negociando financiamiento multilateral que superará los 9.000 millones de dólares para proyectos públicos y privados.






































