Las autoridades de San Francisco informaron que pudieron recuperar ilesa a la mascota, quien resbaló mientras jugaba con otro can
Un perro de color marrón y blanco pasó más de 20 minutos sobre una estrecha cornisa después de caer desde un acantilado en Fort Funston, un parque costero de San Francisco conocido por sus empinadas pendientes que llegan a los 61 metros de altura. El animal jugaba con otro can el martes, en una zona desconocida para él, cuando resbaló y perdió el equilibrio al pisar vegetación, provocando su caída, según explicó el capitán de rescate Samuel Menchaca, del Departamento de Bomberos de San Francisco.
El perro logró aferrarse a una cornisa situada aproximadamente a 12 metros debajo de la cima del acantilado, mientras su dueño y varias personas alertaban a las autoridades locales para pedir auxilio. Según informó la Associated Press, un operador de drones del Departamento de Policía de San Francisco se encontraba en las inmediaciones, escuchó la llamada de emergencia y usó su dron para ubicar al animal, transmitiendo la localización exacta a los bomberos.
Los equipos de rescate emplearon un “sistema de cuerdas de alta pendiente” para que un rescatista pudiera descender y asegurar al perro. Tras colocar un arnés al can de 18 kilogramos, ambos fueron izados hasta la superficie sin que el animal sufriera lesiones, de acuerdo con el informe del Departamento de Bomberos compartido en X.
Operativo de rescate y respuesta oficial

El rescate, que involucró a bomberos de la estación 19 de la ciudad, fue supervisado en todo momento por integrantes de los cuerpos de emergencia locales. Las autoridades informaron que el perro se encontraba consciente, alerta y fue capaz de caminar por sí mismo una vez que llegó a terreno seguro. El momento fue registrado en video y difundido por la Policía de San Francisco, mostrando el procedimiento y la ubicación del animal en la ladera rocosa.
Según la Associated Press, una vez en la superficie, el perro mostró signos de alivio. Menchaca declaró que el animal “sabía que lo habían rescatado, movía la cola y daba lamidos a los rescatistas”. Las fuentes confirmaron que el animal fue devuelto a su dueño después del operativo, sin que se reportaran consecuencias médicas derivadas del incidente.

Menchaca advirtió sobre el peligro que suponen las zonas no señalizadas de Fort Funston, recomendando a visitantes permanecer en los senderos marcados y llevar siempre a los perros con correa. El capitán de rescate insistió en que los acantilados, aunque parecen simples colinas o bermas, pueden implicar caídas de consideración, recordando que en este sector de la ciudad los bomberos deben responder habitualmente a incidentes similares. Menchaca reiteró que los equipos de emergencia continúan capacitándose para operar en estos entornos, asegurando que su objetivo es evitar accidentes y proteger tanto a visitantes humanos como a sus animales.
 
						
									








































 
								
				
				
			




 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				