Este método la sacará sin dañar el vidrio del frente del vehículo.
En pleno invierno, es común que al salir por la mañana el parabrisas del auto esté cubierto de escarcha, una molestia que puede demorar el arranque del día y afectar la visibilidad al conducir. Pero existe un truco simple, económico y rápido para eliminarla sin dañar el vidrio del vehículo.
Ante la urgencia, muchas personas recurren al agua caliente al pensar que es una solución inmediata. Sin embargo, este método es peligroso. El cambio brusco de temperatura puede generar una dilatación repentina en el cristal y provocar que el parabrisas se agriete o incluso explote. Por eso, es clave evitar el agua caliente y optar por alternativas seguras.
El método más eficaz y seguro para eliminar la escarcha del parabrisas del auto
Una forma sencilla y efectiva de quitar la escarcha es preparar una mezcla con alcohol y agua. Se recomienda una proporción de dos partes de alcohol por una de agua. Al aplicar esta solución sobre el parabrisas, el hielo comienza a derretirse en cuestión de segundos.

El motivo es simple: el alcohol tiene un punto de congelación mucho más bajo que el agua, lo que le permite disolver el hielo sin afectar el vidrio. Además, al mezclarse con el agua congelada, libera calor y acelera el proceso de descongelado.
Recomendaciones adicionales
Para evitar que la escarcha se acumule o para removerla de forma segura, también se pueden aplicar estas medidas:
- Colocar un cobertor sobre el parabrisas durante la noche, lo que impide la formación de escarcha.
- Encender la calefacción del auto unos minutos antes de conducir, al dirigir el aire hacia el vidrio.
- Usar una espátula de plástico para raspar con suavidad el hielo sin rayar el parabrisas.
- Evitar el uso de objetos metálicos o improvisados que puedan dañar el cristal.
Por qué se forma la escarcha
Este fenómeno ocurre cuando la temperatura ambiente desciende por debajo de los 0 °C y hay suficiente humedad en el aire. Durante la noche, las superficies del auto, en especial los vidrios, se enfrían y generan la cristalización del vapor de agua en forma de hielo.
Es más frecuente en noches despejadas, donde no hay nubes que actúen como barrera térmica, y afecta especialmente a los vehículos estacionados a la intemperie.
