El plan económico del Gobierno estuvo bajo presión en la última semana y obligó al equipo económico a recurrir a todas las herramientas disponibles para intentar volver a anclar las expectativas. Qué observan los analistas.
El plan económico del Gobierno estuvo bajo presión en la última semana y obligó al equipo económico a recurrir a todas las herramientas disponibles para intentar volver a anclar las expectativas.
La volatilidad en las tasas de interés, producto del fin de las Letras Fiscales de Liquidez (Lefi), impulsó al precio del dólar y puede recalentar la inflación. Tanto la estabilidad cambiaria como la desaceleración de los precios son dos de las cartas que definirán la suerte de La libertad avanza en las elecciones de medio término.
Por eso, el Gobierno hizo todo lo posible para contener la situación. Los resultados, sin embargo, parecen efímeros: el dólar terminó la semana en máximos históricos pese a la suba de las tasas en pesos que convalidó el equipo económico. En ese escenario, los analistas plantean las variables que habrá que seguir de cerca en los próximos días.
Oferta de dólares y compras del Tesoro
En un contexto de fuerte demanda de dólares, la primera cuestión a monitorear es la oferta en ese mercado. Se termina el efecto positivo de la baja temporal de retenciones y los analistas creen que se contraerá el ingreso de divisas del campo.
“Faltan algo más de tres meses para las elecciones de medio término y, como era de esperarse, la volatilidad ya se hizo presente. Por ahora no hay señales de cambios en el plan: todo indica que así será el paisaje hasta fines de octubre. Si la demanda de dólares persiste y la incertidumbre no cede, el camino podría hacerse largo”, afirmó GMA Capital.

A la vez, el Tesoro parece decidido a acumular reservas mediante la estrategia de compras en bloque, que repitió la última semana, al adquirir US$500 millones. Si bien para el mercado es una buena noticia que el Gobierno sume dólares, hay un dato que sigue de cerca: Luis Caputo estuvo dispuesto a comprar divisas a un tipo de cambio superior al centro de la banda.
“El trade off de la estrategia es, creemos, que el mercado vaya ‘tanteando’ al Gobierno respecto de dónde compra dólares el Tesoro y que esos niveles sean percibidos como ‘piso’ implícito de la banda“, advirtió Grupo SBS.
Y agregó que ese fenómeno, junto con un menor flujo de dólares y la típica dolarización de carteras en la previa a elecciones, puede ejercer más presión sobre el tipo de cambio, lo que impactaría sobre inflación, ya sea acelerándola o generando una baja más lenta.
Golpe al crédito y la actividad
Ante la presión cambiaria, el Gobierno salió a ofrecer tasas más altas en pesos. Lo hizo vía Banco Central (BCRA) y licitación del Tesoro. En esta última, las letras de corto plazo pagaron entre 41% y 48% nominal anual. Con esto, la idea es apuntalar la estrategia de carry trade: desarme de posiciones en dólares para pasarse a pesos y tener una tasa que supere a la devaluación.
La contracara de esa apuesta viene por el lado del crédito, donde las tasas altas persisten y le ponen un techo a la actividad económica. “Desde el Ejecutivo parecen dispuestos a asumir los costos que impone este esquema. En particular, la actividad económica podría ser una de las principales afectadas por los altos costos financieros, con tasas del 38% TNA para adelantos a empresas y del 66% para préstamos personales”, señaló GMA Capital.
El sendero de la tasa en pesos
La dinámica de las tasas en pesos en los últimos días estuvo totalmente influenciada por las decisiones y señales oficiales. Sin embargo, el ministro Caputo anticipó que el BCRA no seguirá participando de la rueda Repo, donde la última semana tomó pesos de los bancos al 36%. Para la consultora LCG, si eso sucede las tasas podrían tener alguna presión bajista.
No obstante, para marcar los rendimientos a los que el Gobierno se siente cómodo, la autoridad monetaria jugará en el mercado secundario de letras del Tesoro. “Habrá que ver, cómo y cuándo empieza a operar el BCRA con operaciones de mercado abierto empleando títulos cortos que le canjeó al Tesoro por las Lefis”, apuntó LCG.

En la misma sintonía se manifestaron los analistas de Grupo SBS, que consideraron clave monitorear las variables a medida que el nuevo esquema sin Lefi sume ruedas en funcionamiento.
Sobre ese punto, enumeraron: “En especial, respecto a la actitud del Gobierno respecto tanto a operaciones del BCRA en el mercado secundario de Lecap o pases pasivos para manejar liquidez y en futuros de dólar; a las tasas convalidadas por el Tesoro en licitaciones y a la volatilidad en tasas cortas en pesos, así como al tipo de cambio resultante”.
