Pareja mandó a un enviado y se tuvo que ir a los 10 minutos. Ortigoza tuvo que separar para que no le siguieran pegando a Moretti.
El Chiqui Tapia armó una cumbre para ordenar la crisis institucional que sufre San Lorenzo pero terminó a las trompadas y con la amenaza de desafiliar al club.
El titular de la AFA reunió a la primera plana del mundo azulgrana, incluidos Marcelo Moretti y Matías Lammens. Moretti es el presidente que tuvo que pedir licencia luego de que lo filmaran metiéndose un fajo de dólares en el bolsillo interno del saco.
Ahora se quiere atornillar en el club pese al rechazo de toda la dirigencia y de la hinchada, que días pasados estuvo cerca de lincharlo en la calle.
Sebastián Pareja también mandó a su representante en el club, Manuel Agote, “El Negro Casta”, que se retiró a los 10 minutos con un mensaje filoso del mandamás de la asociación.
“Mandale saludos a tu jefe”, le advirtió Tapia a Agote, que se fue con el cuaderno de comunicaciones bajo el brazo. El Chiqui amenazó con que si se mete la Inspección General de Justicia (IGJ), hoy en manos libertarias, desafiliará al club que está al borde de la quiebra.
La suelta de nudillos que Pareja le ofrendó al troll Traductor Te Ama la semana pasada se repitió instantes después, ya sin su enviado en la reunión. Pablo García Lago, ex vocal del club, le dio una trompada a Moretti. Néstor Ortigoza, ídolo del club, tuvo que separarlos para que la escaramuza no terminara en tragedia.
Tapia les dio un ultimátum de 48 horas para que le lleven una solución a tan dramática situación. La solución parece improbable: Moretti debió reconocer que le debe plata a gente “pesada” y por eso no piensa irse del club. En la institución de Boedo hablan de barras de otros clubes e incluso de gente vinculada a los capitales sin bandera.
















































