El experimentado defensor con pasado en el PSG recordó una dramática anécdota para motivar a sus compañeros en la previa del duelo frente al Nerazzurro. Las imágenes
El Fluminense ha dado la sorpresa en el Bank of America Stadium de Charlotte al imponerse frente al Inter de Milán por 2 a 0 en los octavos de final del Mundial de Clubes, un encuentro en el que los goles de Germán Cano, en los primeros minutos, y Hércules, en tiempo de descuento, marcaron el camino hacia la siguiente instancia para los cariocas, que sueñan con dar un nuevo golpe ante Al Hilal de Medio Oriente.
Uno de los líderes de la hazaña brasileña fue Thiago Silva, el ex central del PSG que improvisó una emotiva arenga en los vestuarios para motivar sus compañeros.
Al borde de las lágrimas, el capitán del conjunto de Renato Gaúcho comenzó su discurso con una anécdota: “Quiero compartir una cosa con ustedes. Lo pensé durante la noche y se trata de entregar todo en la cancha, de no dejar para después lo que puedes hacer ahora. No esperen después del partido para decir qué podrían haber hecho. No. Yo me emociono porque lo van a entender un poco”.
El silencio en la zona íntima del plantel cautivo al resto de los jugadores. En ese instante nadie pensaba en la jerarquía de su rival y de las dificultades que podría presentar el último finalista de la Champions League. En esos momentos, todos escuchaban al defensor… “En 2014, estaba jugando la Copa del Mundo en Brasil. Y en uno de los días libres, me fui para casa. Llegó mi padrastro, la persona que me hizo ser Thiago Silva. Él estaba enfermo, yo no sabía la gravedad de la enfermedad. Yo no sabía. Volví a la selección, el Mundial acabó de la forma en que acabó. Él fue internado en el hospital y yo me fui a París. Comencé la pretemporada y, en uno de los primeros partidos del campeonato, mi esposa me habló y me dijo: Tu padre falleció”.
Arenga de Thiago Silva antes de eliminar al Inter en el Mundial de Clubes
“¿Qué les quiero decir con esto? Yo no fui a verlo al hospital porque pensé que iba a salir ¿Qué quiero decir? No dejen para después lo que pueden hacer ahora ¡No lo dejen para después porque no da tiempo! Aprovechen el momento, disfruten. Disfruten con alegría, pero también con responsabilidad. Dicho eso, necesitamos acabar el partido con 11 jugadores. No lleven esto al lado desleal. Sean leales, pero compitan. Compitan, carajo. ¡Tenemos que competir todos juntos! Que Dios nos bendiga”, concluyó.
Apenas unos minutos después del pitazo inicial, Jhon Arias encaró por la banda derecha y después de una serie de rebotes; la pelota cayó en la cabeza de Germán Cano, quien resolvió entre las piernas a Yann Sommer abrir el marcador.
Cerca del final, cuando la desesperación reinaba en el norte de Italia, Hércules selló el 2 a 0 con un remate cruzado que confirmó los boletos hacia la siguiente instancia. Fluminense hizo historia en Estados Unidos y ahora sueña en grande.
