Julián Álvarez suele robarse todas las miradas debido a sus grandes actuaciones dentro de la cancha. Sin embargo, fuera de ella siempre apuesta por el perfil bajo y evita estar en el centro de los flashes. Este domingo, en los festejos del Manchester City por la consagración en la Premier League, un compañero prácticamente debió obligarlo a agarrar el trofeo para exhibirlo ante los fanáticos que colmaron el Etihad Stadium.

El argentino había sido titular ante el Chelsea y había marcado el gol de la victoria por 1-0. Una vez terminado el encuentro, continuaron los festejos que ya se habían iniciado un día antes, cuando la derrota del Arsenal ante el Nottingham Forest había decretado la consagración de los dirigidos por Pep Guardiola.

A pesar de haber sido suplente de Erling Haaland en la mayoría de los partidos, Álvarez es uno de los más queridos por los hinchas por su efectividad y su buen juego. Sus números son realmente impresionantes: en 12 partidos como titular, anotó 9 goles.

Pero ni esa centralidad en el cariño de los fanáticos hace que el cordobés de Calchín “se la crea”. Por eso, a la hora de la celebración, optó por quedarse a un costado, sin tener demasiado protagonismo. Pero sus compañeros no se lo permitieron.

En determinado momento, Phil Foden apuntó a Julián y le hizo el gesto de que tomara el trofeo para exhibirlo ante los hinchas. Con una evidente timidez, el argentino miró hacia un costado y no se dio por aludido. Entonces, el arquero Ederson apeló a un gesto algo brusco -aunque cariñoso-: empujó al Araña para que fuera al centro de la ronda.

El argentino aceptó finalmente la invitación, sostuvo la copa entre sus manos y la levantó ante la mirada de los miles de hinchas que gritaban al unísono. Con una sonrisa en el rostro, el ex River dejó de lado el perfil bajo por unos segundos y disfrutó del reconocimiento que le brindaron los hinchas del City.