Alejandra Boland, consultora de negocios internacionales recorrió las calles para capturar de primera mano lo que está en auge: carteras vintage con personalizaciones, mucho marrón, superposiciones de prendas y
En un paisaje urbano cubierto por nubes, Copenhague inauguró la temporada Otoño/Invierno 2025 con una propuesta que desafía la idea de la novedad constante en la moda. Esta vez, los verdaderos protagonistas no fueron las últimas colecciones, sino piezas de archivo que cobran una nueva vida en manos de quienes entienden la moda como una declaración personal.
Según Alejandra Boland, consultora de negocios internacionales de moda, que recorrió las calles de la capital danesa, el resurgimiento de los bolsos de diseñador vintage con detalles personalizados es una respuesta directa a la búsqueda de autenticidad.
Desde clásicos de nylon sobredimensionados hasta modelos cubiertos de lentejuelas y graffiti, el street style danés demostró que lo retro y lo contemporáneo pueden convivir en perfecta armonía. Charms, correas de cuentas y detalles hechos a mano refuerzan el mensaje: la personalización sigue en auge, pero ahora con un enfoque más consciente y sostenible.
Minimalismo sofisticado y excentricidad medida
Históricamente asociada con siluetas relajadas y colores vibrantes, la moda danesa dio un giro hacia una elegancia más estructurada esta temporada. Abrigos de corte impecable, trajes con corbata y una paleta dominada por los marrones chocolate redefinen el clásico minimalismo escandinavo, sin perder su esencia audaz.
“Sin embargo, esto no significa que la esencia lúdica de la ciudad haya desaparecido. La combinación de estampados, las faldas transparentes superpuestas a jeans y las técnicas de capas excéntricas permanecieron omnipresentes, asegurando que la reputación de la ciudad por fusionar sofisticación y excentricidad siga intacta”, señala Boland.
Accesorios con protagonismo absoluto
Los detalles marcaron la diferencia en la Semana de la Moda: sombreros de piel sintética, gafas ovaladas y bolsos de cuero marrón se impusieron como los imprescindibles de la temporada. Más que simples complementos, estos accesorios consolidan un compromiso con la textura y el diseño refinado, una característica que distingue a la capital danesa dentro del circuito de la moda global.
Como primera parada del calendario fashionista, Copenhague no solo anticipa tendencias, sino que también redefine el concepto de exclusividad. Su capacidad de absorber influencias globales sin perder su identidad la confirma como epicentro de la moda escandinava, donde el pasado y el presente convergen en un diálogo estilístico que promete marcar el ritmo de la próxima temporada.
