La conductora, que acaba de estrenar el reality show Love is blind, compartió un video cubierta de lágrimas. El momento
Hace pocos días Wanda Nara estrenó junto a Darío Barassi la conducción de Love is blind, un popular reality que estrenó Netflix en su versión argentina. En medio de días de amor con L-Gante en Río de Janeiro, desde donde compartió románticas postales en la playa y a los besos disfrutando de su romance, la conductora se filmó llorando.
Desde su cuenta de Instagram respondió algunos mensajes de las reacciones que tuvo la gente por el programa y coincidió con quienes consideraron que los primeros episodios eran muy emotivos. Tan es así que incluso compartió un video lagrimeando en la cama, rodeada de restos de comida del servicio a la habitación del hotel en el que se aloja con el cantante.
“Ay, morí. ¡Qué lindo! Ya quiero ver la segunda temporada, por favor. Aún no me recupero de la primera”, le dejó una usuaria de la red social. La respuesta de la también animadora de Bake Off Famosos fue darle la razón. “Estoy emocional. Destrozada con la serie. El amor me…”, expresó, a puro llanto mientras la congoja no la dejaba terminar su frase.
Pero parece que no estaba sola en el video. En el momento que grabó se escucha la risa del cantante, mientras en un enorme televisor miraban el reality que pone a prueba si es cierto aquello de que el amor es ciego. En Instagram también replicó otros mensajes de la gente que apuntaban hacia la sensibilidad que les provocaba el programa y Wanda estuvo de acuerdo con todos. “Con los tres primeros capítulos lloré”, le dejó un usuario. “Somos muchos”, se sumó ella. “Gracias por acompañarme en cada proyecto”, destacó.
Los posteos los realizó en horas en las que se especulaba que Mauro Icardi iba a volver a la Argentina para estar cerca de sus hijas tras la lesión que sufrió en un partido del Galatasaray. Fue precisamente su hermana, Ivana Icardi, quien compartió un mensaje sobre su vida en medio de todo el escándalo por la separación de la empresaria y el futbolista.
Desde Madrid, donde reside actualmente, la joven escribió un texto en el que exploraba cómo su vida se había transformado desde su entrada a Gran Hermano cuando se hizo conocida. “Hace ocho años, con 21, no sabía cuánto me iba a cambiar la vida ni en la persona en la que me iba a convertir”, comenzó, al situar sus palabras en un tiempo pasado, en ese momento en el que la exposición mediática y la fama eran para ella una aventura.
A continuación, su mensaje se tornó en una especie de manifiesto sobre la integridad personal y la autonomía. “En el camino he rechazado muchísimas propuestas camufladas de ‘oportunidades’ que iban en contra de lo que soy,” reveló, al recordar que a pesar de su juventud, siempre buscó mantenerse fiel a sus valores y evitando caer en el círculo vicioso de la fama y el protagonismo a cualquier precio. Con este alegato, trazó una línea divisoria entre quienes eligen exponer su vida y quienes prefieren mantener la discreción y el autocontrol.
Durante el domingo, temprano, Wanda compartió una serie de postales en su cuenta secundaria de Instagram. “Bom día”, escribió la presentadora junto a una imagen donde se pudo apreciar al artista junto a una mesa llena de platos, tazas y dos pavas eléctricas. Por su parte, la expresión de Elián dejaba en claro que habían pasado un buen momento lejos de sus obligaciones laborales y, además, de la prensa. Además, la situación en que surgió la postal daba a entender que hace poco tiempo se despertaban y estaban por desayunar.
Momentos más tarde, la animadora subió una romántica foto de ambos. En esta, ella se encontraba mirando a la cámara, ataviada con una bikini con los colores de la bandera brasileña, mientras que el intérprete de El último romántico besaba una de sus mejillas mientras posaba una de sus manos en su brazo. Este gesto resaltó al poco tiempo de ser publicada, ya que varios de sus fans notaron la similitud de la pose con las imágenes que se tomaba con Mauro, el padre de sus hijas Francesa e Isabella.