Las dos alternativas son buenas, pero hay varias diferencias de fondo, que tienen que ver con el costo y el tiempo de obra.
Actualizar el aspecto de un baño suele pasar por una pregunta crucial: ¿es mejor cambiar los azulejos antiguos o simplemente pintarlos? Ambas opciones tienen ventajas y desafíos, y la decisión depende de factores como el presupuesto, el tiempo y el resultado que busques.
Cambiar los azulejos asegura un acabado duradero y de aspecto profesional. Esto permite elegir un diseño completamente nuevo, textura y colores que se integren a la perfección con el ambiente que querés.
Sin embargo, implica obras de albañilería y un gasto más elevado en materiales y mano de obra, ya que requiere retirar los azulejos viejos, nivelar la pared y colocar los nuevos. Este proceso también puede llevar varios días, lo que te asegura más tiempo con el baño fuera de uso.
Pintar los azulejos, un cambio rápido y sin obras para el baño
Por otro lado, pintar los azulejos es una opción rápida y económica. Con pinturas específicas para superficies cerámicas, se puede dar un cambio de look completo en pocas horas.
Esta alternativa es ideal para quienes buscan renovar sin remodelaciones mayores, ya que solo se necesita una buena preparación de la superficie para asegurar que la pintura se adhiera correctamente. Aunque el costo es menor, la pintura puede perder intensidad con el tiempo y no resistir tan bien el desgaste diario como un azulejo.
Para quienes deseen un cambio sin grandes obras, es una gran aliada. Y permite personalizar y experimentar con patrones o colores difíciles de encontrar en azulejos convencionales.
Pintando o renovando completamente, la clave está en evaluar qué tan profundo querés el cambio y cuánto estás dispuesto a invertir.